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Allende Atisemitismo y Eutanasia

 

Filósofo Víctor Farías defiende su quemante libro sobre Allende     



Diario La Segunda, viernes 18 de Marzo del 2005




Investigación histórica que de seguro causará urticaria revela documentos "ocultos" del líder socialista de los años 30, donde se mostraría antisemita, antirrevolucionario y partidario de esterilizar enfermos mentales y alcohólicos.

Escritor aborda posible influencia de la ideología nazi en el ex Presidente.


"Mi señora dice que se casó con un filósofo, pero que vive con un detective", comenta el escritor Víctor Farías. Y de su afán investigador da cuenta en un libro destinado a remecer un mito, y nada menos que el de Salvador Allende.
Listo para figurar en las vitrinas, "Salvador Allende, Antisemitismo y Eutanasia" revela documentos desconocidos -"ocultados", según él- que dan cuenta de las controvertidas ideas que tuvo en los años 30 el líder de la Unidad Popular sobre los judíos y los revolucionarios, como también de sus similitudes ideológicas con el nacionalsocialismo alemán.
Entre ellos, la Memoria con que se tituló Allende de médico cirujano en la Universidad de Chile en 1933, "
Higiene mental y delincuencia", y el texto de un Proyecto de Ley que presentó siendo ya ministro de Salubridad de Pedro Aguirre Cerda, donde consideraba esterilizar a los enfermos mentales e incluso a los alcohólicos.
Estas son algunas de las afirmaciones más quemantes del libro, que está llamado a provocar polémica.

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Para Allende una de las causas naturales de la delincuencia es "la raza" y a esta afirmación agrega que los judíos están genéticamente predeterminados a cierto tipo de delincuencia" . Y cita al ex Presidente: "Los hebreos se caracterizan por determinadas formas de delito: estafa, falsedad, calumnia y, sobre todo, la usura (...) Estos datos hacen sospechar que la raza influye en la delincuencia" . (Higiene Mental y delincuencia, p. 112).

Víctor Farías apunta que "el joven médico se sumaba así decididamente al conjunto del más extremo racismo 'científico' de la época" y "a las falanges del antisemitismo (...) que afirmaba que los supuestos defectos de los judíos no son atribuibles, como en el caso de todos los seres humanos, a conductas y responsabilidades individuales, sino a las inalterables características genéticas".

En su Memoria, Allende también adjudica actitudes negativas a los gitanos y a los árabes .
En relación a los
"delitos colectivos", Farías señala que el futuro líder de la Unidad Popular califica la revolución como "un delito colectivo patológico" y que un revolucionario es en realidad "un psicópata peligroso, tanto más cuanto los movimientos masivos y violentos que él genera provocan locuras colectivas peligrosamente contagiosas".
Al respecto, cita la
Memoria en sus págs. 117-118 en que Allende señala: ".. .Nada más fácil entonces que la influencia perniciosa, que sobre las masas pueda ejercer un individuo en apariencia normal, y que en realidad, al estudiarlo nos demostraría pertenecer a un grupo determinado de trastornos mentales (...) Además, se ha observado que estos fenómenos colectivos, tienen a veces caracteres epidemiológicos, y es por eso que cuando estallan movimientos revolucionarios en ciertos países, éstos se propagan con increíble rapidez a los Estados vecinos que tienen una situación político-social análoga" .
Esterilizaciones masivas

- Farías también reproduce una declaración publicada en el diario "La Nación",
en que Allende anuncia que su ministerio (en el gobierno del Frente Popular, 1939-1941) se ha propuesto "la dictación de un grupo de leyes tales como el tratamiento obligatorio de las toxicomanías (alcoholismo y alcaloides)" y un cuerpo legal para "el tratamiento obligatorio de las enfermedades venéreas, transformando en delito su contagio" . A estas polémicas medidas, que conforman "un trípode legislativo en defensa de la raza" Allende agrega otra, "la esterilización de los alienados mentales". Cabe señalar, apunta Farías, que en aquella época estas "medidas eugenésicas negativas", es decir la esterilización masiva y forzosa de los enfermos mentales, eran rechazadas por la opinión pública internacional y sólo se practicaban en la Alemania nazi".
El texto del
"Proyecto de Ley de Esterilización de los Alienados" disponía que "serán consideradas enfermedades mentales transmisibles por vía hereditaria, especialmente las siguientes: a) esquizofrenia (demencia precoz), b) psicosis maníaco-depresiva, c) epilepsia esencial, d) corea de Huntington, e) idicia, f) locura moral constitucional y g) alcoholismo crónico".
El proyecto creaba además un Tribunal de Esterilización , al que no podía tener acceso la familia del enfermo y que emitía sentencias inapelables.
El artículo 23 disponía incluso que "todas las resoluciones que dicten los Tribunales de Esterilización (...) se llevarán a efecto, en caso de resistencia, con el auxilio de la fuerza pública".

Analogías con el proyecto nazi

- En uno de los capítulos destinados a crear más polémica, el escritor afirma que
existen "increíbles analogías entre el proyecto nazi y el de Salvador Allende" . La ley para Precaver una descendencia con taras hereditarias fue dictada por el Tercer Reich en 1933 y la Ley de Esterilización de Allende fue iniciada en 1939. En la comparación, según Farías, destacan el número y tipo semejante de enfermedades y otros capítulos prácticamente iguales. Con algunas variantes -añade- que hacen más dura la norma de Allende , puesto que ésta decretaba la esterilización de los alcohólicos crónicos sin más, en tanto la ley nazi decía que "podían " ser esterilizados.
Las "trizaduras" de Allende

El libro de Víctor Farías no constituye sólo la reproducción de documentos. Como filósofo e historiador, inserta los textos en las ideas de la época y recurre a fuentes que aporten luz a la compleja personalidad de Allende.
Farías no duda en afirmar que "la figura oficial y paradigmática de su actor principal (de la revolución chilena) ha ido paulatinamente sufriendo trizaduras considerables".
- Usted habla de "fracturas" en la biografía oficial de Allende. Pero, ¿cómo es que la Memoria que usted califica de racista la encontró en la propia Fundación del ex Presidente?
- Yo estaba escribiendo "Los nazis en Chile" cuando Simón Wiesenthal (el conocido cazador de nazis) me planteó: "¿Quién es realmente Salvador Allende?" Y me explicó que cuando el nazi Walter Rauff que vivía en Chile ya estaba condenado, le pidió al entonces Presidente Allende que lo ayudara a entregarlo a la justicia internacional. Y que en respuesta recibió una carta de una "frialdad", de una distancia, que Wiesenthal calificó de incomprensible y dolorosa... Dichas cartas se le habían perdido y me pidió que las buscara. Las encontré y las publiqué en el primer volumen de mi libro "Los nazis en Chile", lo que provocó una gran polémica y me valió un debate con Isabel Allende.
Desarrollando su relato con abundancia de anécdotas y detalles, Farías explica:

- Me puse a buscar antecedentes de cómo era posible que Allende hubiera actuado así, puesto que contradecía las biografías oficiales y extraoficiales que sostienen el culto allendista. Y como me enseñaron en Alemania, busqué su Memoria, que tenía el título "Higiene mental y delincuencia". Ahí me empezó a sonar la campanilla.
Porque si estaba escrito el año 33 sobre la relación entre psiquiatría y delincuencia, estaba metido en uno de los temas más graves de la época. Allí se decide el proceso que en Alemania terminaría en el exterminio, en la "gasificación" del delincuente, al afirmarse que la delincuencia tiene un origen hereditario, proveniente de la raza.
Le pedí a un profesor que consiguiera la Memoria en el archivo de la Universidad de Chile. La encontró en un montón de textos apilados y me contó que la había llevado a la Fundación Allende. Casi me morí, pero me sugirió que allí estaría "legalizada". Por otros caminos, logré que alguien le sacara fotocopias, las que tienen incluso el timbre de la Fundación, cuenta y las muestra.

- ¿La habrían leído allí?

- Ahora van a empezar a preguntarse...
En todo caso, en una librería de textos usados encontré "Obras escogidas de Salvador Allende" escrito por un profesor Quiroga. Estaba allí la Memoria "Higiene mental y delincuencia", pero sólo hasta la página 18. Es decir, Quiroga cortó el resto o se lo dieron trunco.
Farías apostó a que se trataba de un proyecto a largo plazo de psiquiatría, que pudo llevarse a la práctica, puesto que Allende había sido ministro de Salubridad en el gobierno de Pedro Aguirre Cerda. "Pedí a mis colaboradores en Chile que buscaran en publicaciones médicas y pronto apareció el proyecto de ley elaborado por él, con todas las proposiciones y las violentísimas críticas que suscitó".

- ¿Cree posible que una persona con ese pensamiento pueda llegar a ser marxista, como se declaraba Allende?

- Estamos viviendo un tiempo maravilloso, que ha ido desmantelando las figuras iconoclásicas, las estatuas, y también las instituciones trascendentes, como partidos e ideologías, pero al mismo tiempo es una época en la cual coinciden dos elementos fundamentales de deshumanización: el fascismo, en su vertiente nazi, y el comunismo. Hay dos concretizaciones paradigmáticas de ambas doctrinas... Una es el campo de concentración y otra el gulag. No olvidemos que los gulags eran hospitales o campos forzados psiquiátricos.
Y si uno lee con atención, Salvador Allende dice que los revolucionarios son seres aparentemente normales, pero peligrosos. Y que para ellos hay que construir hospitales psiquiátricos donde los tengan permanentemente. Ahí están los gulags.
Ahora, a diferencia de otros colegas, no creo que el nazismo y el comunismo sean lo mismo. Ambos son ideologías delincuenciales, pero un noble en Rusia podía hacerse marxista y seguir viviendo, en cambio un judío en Alemania no, porque no podía biológicamente mutar.

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¿Cómo explica que si él consideraba la revolución como una patología, llegó a presidir OLAS, que apoyaba la lucha armada, y "la revolución de empanadas y vino tinto"?
- Yo escribí un libro en que entrego varios elementos biográficos lamentables de Allende, como son los dineros que trata de obtener en forma subrepticia de la Alemania Democrática, o los grandes negocios con conocidos personajes del mundo económico, como los Urenda, de Valparaíso. Allende fue director de una de estas empresas, lo que no le impidió desfilar en Lota con un casco llamando a "golpearles la puerta a los gerentes".
Existen en él desfases fundamentales, porque afirma que es uno de los fundadores del PS, junto con Grove y otros jerarcas, sobre la base del marxismo leninismo, al mismo tiempo que escribe textos absolutamente antisemitas y señala a los revolucionarios como sicópatas.
"En la vida de Allende -continúa Farías- hay casi sólo incoherencias. La historia del famoso zapatero italiano que le habría enseñado el marxismo cuando era niño, es contradictorio con que un poco más tarde hable del revolucionario como sicópata y de la revolución como "delito colectivo". Y lo del antisemitismo es terrible.
En Chile hubo y hay una gran cantidad de antijudíos. El hombre de la calle dice "no seas judío para tus cosas", pero es una objeción de tipo cultural.
Lo increíble es que mientras los líderes nazistas González von Marées, Carlos Keller y Tomás Allende, el padre de la escritora Isabel Allende, afirman que los judíos son un daño, pero reconocen la pluralidad de las razas, en su memoria Allende se muestra como antisemita en el sentido biológico.
- ¿Existe alguna retractación pública de Allende sobre estas materias?

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No, existe sólo el ocultamiento. Con Salvador Allende se ha planteado una censura. Es una de las razones por las cuales el marxismo se hundió en sí mismo. La incapacidad de aplicar criterios científicos a la realidad. Llegan hasta el final mintiéndose.
- ¿Qué ocurrió con el proyecto de ley?

- No alcanzó a llegar al Parlamento. Provocó un rechazo absoluto. Incluso denigratorio de parte de los doctores Vila y Cubillos, las mayores autoridades en psiquiatría y genética en ese tiempo, en una asamblea del cuerpo médico.
Lo único que encontré, en el museo de la Escuela de Psiquiatría, es un proyecto alternativo sobre el mejoramiento de las condiciones de los enfermos, también firmado por Allende, que baja absolutamente el tono. Yo supongo que con el primer proyecto topó con todos y tuvo que cambiarlo.
"Si encuentro un tumor, tengo que hacerme cargo"

- ¿Tiene usted algo en su vida que lo predisponga contra Allende?

- Nada. Allende fue el resultado de mi ocupación con Martin Heidegger y el nacionalsocialismo en general. Yo tenía unas cajas donde metía fichas. Buscando en Alemania en las fuentes bibliográficas, en las letras c y h aparecía a veces Chile, y yo anotaba y lo metía en una caja. Al final la de Chile estaba casi llena. Y me dije aquí hay un libro, o sus cimientos.

- Se le ha criticado que "carga las tintas"

- Como en Chile la ciencia es parte de la política, todo se politiza y lo primero que se pregunta es si se está con Lavín o con Lagos. Si digo soy historiador de izquierda, no soy historiador, sino un agente ideológico. Si encuentro un tumor, tengo que hacerme cargo.

Cuando hay un cadáver en el sótano se tiene la obligación moral de convertirse en detective. En el siglo XX, desde las masacres hasta la filosofía, tenemos que hacernos cargo de una realidad trágica. Gracias a Dios vamos en buen camino.

- En relación a la eugenesia de Allende, ¿qué opina de las muertes en el régimen de Pinochet?
- Tal como un régimen comunista que se excede, acá un régimen de derecha también tuvo momentos que se excedió. Se trata de un problema jurídico, legal, político. (En el caso de Allende) es un problema moral, estructural y antropológico . Y eso es lo grave. Por ello digo que el que no quiere hablar de Rauff, no tiene derecho a hablar de Schäfer.
Un libro "impublicable"

Víctor Farías (64 años) nació en Santiago, estudió filosofía y germanística en Chile y se doctoró en Filosofía en Friburgo, Alemania, en 1967. Permaneció en ese país por 9 años, donde fue alumno de Heidegger. Hasta hoy es profesor de la Freie Universitat de Berlín y académico en Estados Unidos y Argentina.

Sobre Heidegger y el nazismo escribió un polémico libro traducido a varios idiomas, en que muestra su filosofía como inspiradora del nacionalsocialismo.

Farías ha publicado varias otras obras, editadas por Seix Barral y Planeta. Sobre nuestro país escribió "Los nazis en Chile" y "La izquierda chilena", publicada por el CEP.
El estudio sobre Allende "fue ofrecido a mi editorial Seix Barral y Planeta y me lo devolvieron. Me dijeron que era un libro estupendo pero, impublicable. Después lo mandamos a otras 14 editoriales y en todas pasó lo mismo. La figura de Allende, como la de Pablo Neruda, es intocable. Pero yo estoy acostumbrado, porque Heidegger estuvo 5 años en mi cajón. Y "La izquierda chilena" pasó en el sótano 25 años", cuenta Farías, sin alterarse.

Actualmente trabaja en otro libro en que investiga la influencia de Heidegger en los neonazis.
"Y tengo el tomo séptimo para el CEP de "La izquierda chilena", con documentos extraordinarios conservados en los archivos de los partidos comunistas de Europa. Porque aquí eran destruidos, pero allá se conservaron los originales", adelanta.