EL PLAN Z. DECIAN QUE NO.
PLAN Z. EL AUTOGOLPE SANGRIENTO
Según el Libro
Blanco "ni Allende ni la Unidad Popular tuvieron jamás un pensamiento
democrático, ni de respeto a la Constitución ni a la ley".
"La UP
preparaba el autogolpe, que debía comenzar el 19 de septiembre", el llamado
Plan Z.
Una de las
justificaciones del golpe militar fue el evitar el llamado Plan Z, supuesta
gran insurrección armada que planeaban realizar los revolucionarios comunistas
y socialistas en el poder. La versión desmentida por un sector y avalada por
otra, decía que el existía un llamado soterrado a la revolución en una marca de
cigarrillos. Se trataba de MONZA, palabra que invertida era Z NOW, en
castellano "Plan Zeta ahora"...
A
continuación, reproducimos un texto de la revista Qué Pasa publicado el 2 de
noviembre de 1973, que relataba la "supuesta historia del plan de grupos
de izquierda" difundida a través del libro Blanco:
"Habría sucedido el
pasado 19 de septiembre.
Santiago, las capitales
de provincia, las ciudades asiento de unidades militares, celebrarían las
Glorias del Ejército. Flamearían orgullosas al viento las banderas en la clara
mañana primaveral.
En la capital el
Gobierno festejaría a los altos mandos con un almuerzo de gala. Lo mismo
sucedería en cada Intendencia. Y en las ciudades sede de regimientos los jefes
militares respectivos, en uniforme de parada, se dirigirían a los actos
públicos de rigor.
En un instante esta
escena pacífica y patriótica se habría convertido en una pesadilla. En La
Moneda y en las Intendencias irrumpirían en el banquete los GAP, metralletas en
mano, y darían muerte inmisericorde y aleve a los altos mandos. Igual cosa
harían, en las sedes de unidades, con los jefes de éstas -aprovechando aquellos
actos públicos-, los 'Grupos Especiales (NPE)' de tiradores escogidos de la UP”.
Así habría
comenzado ZETA... el 'PLAN DE MOVILIZACION Y OPERACIONES PARA EL GOLPE DE
ESTADO'.
Un Libro Blanco histórico
Después del
'tanquetazo' (29 de junio) la UP se preocupó de que sus documentos más
compromitentes fuesen destruidos y de que sus planes de acción se pusieran a
buen recaudo. La rebúsqueda posterior al 11 de septiembre, por eso, sólo logró
ubicar lo que podría llamarse el 'cuerpo principal' de ZETA, pero no sus anexos
complementarios -a los que aquél hace continua referencia- ni sus detalles.
Pero ya el
'cuerpo principal' es un documento sensacional y espeluznante. Consta de seis
hojas tamaño oficio, mecanografiadas a espacio doble. En cada hoja hay un
inmenso y bien caligrafiado '2', que cubre toda la página sin dificultar la
lectura. Este '2' servía para individualizar la copia: si se sacaba de ella una
fotostática, se sabría de inmediato que esa copia -la Nº 2- había sido
fotografiada y se podría rastrear la filtración.
El cuerpo
principal de ZETA es quizás el documento más impactante del Libro Blanco que
Chile, a través de la Secretaría General de Gobierno, ha elaborado y que debe
salir a circulación casi junto con este ejemplar de QUE PASA. Pero no es, por
cierto, el único antecedente nuevo del libro que veremos. Con acopio de
antecedentes desconocidos -hallados después del 11 de septiembre- se busca
acreditar, en seis capítulos, un apéndice documentario e innumerables copias
fotostáticas de los 'hallazgos' militares, lo que sigue:
- que ni
Allende ni la Unidad Popular tuvieron jamás un pensamiento democrático, ni de
respeto a la Constitución ni a la ley;
- que
efectivamente no las respetaron;
- que hubo
flagrante intervención foránea en la política interna de Chile; y
- que la UP
preparaba el 'autogolpe', que debía comenzar el 19 de septiembre. Y esto era,
precisamente ZETA.
Las etapas de una pesadilla
La muerte
simultánea de los altos mandos nacionales y provinciales, así como jefes de
unidades, de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, a lo largo de todo el país,
sería sólo el primer paso de ZETA. El plan se ponía en tres eventualidades,
cualquiera de las cuales lo desencadenaría: autogolpe para instaurar dictadura
del proletariado (Z-A), asesinato de Allende (Z-B) y una invasión extranjera
con ayuda interna (Z-C). Pero el hecho de que 'tentativamente' (sic) la
eliminación masiva de oficiales ya tuviese fecha fija -19 de septiembre- indica
a las claras que lo en verdad decidido era Z-A... es decir el autogolpe.
Carecemos de
espacio para dar en todos sus detalles los pesadillescos pasos de Z-A después
del asesinato de los mandos militares. El lector podrá, por lo demás,
conocerlos muy pronto en el Libro Blanco (que también tendrá venta interna, en
beneficio de la Reconstrucción Nacional). Pero algunas de las medidas
contempladas eran:
- copamiento
de cuarteles y naves de guerra por equipos paramilitares, incluso -en los casos
más 'duros'- por Grupos Especiales, identificados como NPE-3Z;
- aislamiento
de las ciudades de mayor dotación militar, para impedir que las fuerzas armadas
regulares se concentrasen y enfrentaran así en mejor forma la subversión. Para
este fin, en cada ciudad -y suponiendo que no funcionara el 'copamiento' ya
indicado de cuarteles- se procedería a:
1) cortar las
carreteras con milicias 'populares';
2) la
interrupción de vías férreas, etc. mediante el sabotaje;
3) hostilizar
con guerrilleros a las tropas regulares en desplazamiento; a su paso, las
atacarían bandas de mineros, campesinos, etc.;
4) la
obstrucción y el sabotaje de aeropuertos y canchas de aterrizaje;
5) el
traslado de 'las masas' a las ciudades, mediante requisición de toda clase de
vehículos; y
6) una
demostración 'popular' masiva frente a los cuarteles, culminando en la
ocupación y 'eliminación' (sic) de éstos y en el apoderamiento de sus armas.
Cada una de tales medidas tenía su plan anexo, a que se hace referencia en el
cuerpo principal de ZETA.
- la
detención y eliminación inmediata de civiles opositores, ya 'prefichados';
- la
ocupación y defensa de centros estratégicos;
- la
'inmovilización y aniquilamiento' de 'bastiones derechistas' y 'focos
sediciosos' en las grandes ciudades;
- asegurar
las comunicaciones 'entre el Gobierno y el pueblo' y 'entre mando
político-militar y fuerzas combatientes'. A este fin había también anexos
detallados, que consultaban y planificaban la inutilización de las radios
democráticas; la protección y uso de las 'controladas'; el empleo de un
'radiotransmisor' propio; preparado especialmente para ZETA (ANEXO: PLAN
4-F-1)'; un sistema autónomo de radiocomunicaciones nacionales, (probablemente
por aficionados, etc.). Quizás el transmisor soviético sin uso descubierto
después del 11 fuese el 'preparado especialmente para ZETA';
- seguridad
de Allende y dirigentes nacionales de la UP.
El autor de ZETA
Lo más
terrorífico del plan es la forma fría, lógica, científica en que está escrito.
No hay disquisiciones ideológicas ni bravuconadas. El orden y método de
exposición son perfectos. Cada anexo lleva la misma individualización del
párrafo del cuerpo principal a que se refiere, y que a su vez se remite a ese
anexo.
¿Quién
elaboró ZETA?
Posibilidades:
- el MIR,
'comisionado' por la UP;
- la
'Comisión de Seguridad' del Partido Federado de la UP. En el Libro Blanco se
prueba, con otros documentos, la existencia y funcionamiento de esa Comisión a
partir del Congreso del partido, posterior a las elecciones de marzo;
- un asesor
extranjero con experiencia militar, policial y de terrorismo. Esto podría ser
la clave de una visita tan inexplicada como siniestra: la del máximo jefe
policial cubano, Manuel ('Barbarroja') Piñeiro, en agosto de este año. Sabemos
ahora -por la publicitada carta de Fidel a Allende (29 de julio)- que Piñeiro y
el Viceprimer Ministro Rodríguez venían a 'ayudar'... Ahora bien, ¿qué ayuda
necesitaba la Unidad Popular de un policía secreto, hombre de confianza de
Fidel, para los trabajos sucios y ex guerrillero urbano? La respuesta puede
ser: ZETA. Y éste tiene fecha 25 de agosto...
Otro enigma es saber quiénes conocían
ZETA.
Las
autoridades de Gobierno lo mantienen en secreto, mientras prosiguen las
investigaciones. Además, sólo han permitido se publique el cuerpo principal, no
otros fragmentos... En todo caso, resulta evidente que una máquina tan
cuidadosamente montada tiene que haber contado con numerosas piezas y engranajes,
unas más importantes que otras, pero todos igualmente comprometidos en el
siniestro objetivo.
Es casi
imposible que Allende desconociera el plan, por lo menos en sus líneas
generales. Parece también improbable que lo ignorasen los jerarcas máximos de
la UP y del MIR, aunque al menos uno de ellos, el ex senador y secretario
general del PC, Luis Corvalán, lo ha condenado y ha negado conocerlo. La mirada
se vuelve, más bien, a los 'cabezas calientes' de la combinación derrumbada,
tanto del Partido Socialista, como del MAPU, como -por supuesto- del MIR.
Para el Libro
Blanco, sin embargo, ZETA es uno sólo de los elementos del puzzle.
Su tesis es
que todo en la UP convergía al autogolpe y que, si bien ello se habría
acentuado a partir del segundo trimestre de este año, desde un comienzo las
líneas estaban tendidas. Señalan un episodio tan antiguo como el de los 'bultos
cubanos' y afirma que él demuestra la 'voluntad de violencia' de la UP,
compartida o consentida por Allende. De este modo, ZETA sería sólo el 'jaque
mate' planeado por la UP para un partido de ajedrez que habría empezado el 4 de
noviembre de 1970.