EL LEJANO ECO DEL SUDESTE
Repercusiones criollas del conflicto de Vietnam
(archivo COPESA)
Una visita
de Salvador Allende al líder vietnamita Ho Chi Mihn, algunas marchas
universitarias de protesta contra la guerra y tímidas declaraciones de rechazo
contra Estados Unidos por parte del gobierno de la Unidad Popular fueron la
respuesta chilena ante Vietnam.
El
anciano Ho Chi Mihn era una leyenda mundial en la década del 60. Su exitosa
lucha nacionalista por independizar a Vietnam de Francia y después de Estados
Unidos, lo habían elevado al encumbrado sitial que ocupaba el Ché Guevara en
América Latina.
Este líder flaco, con su larga barba, y un tesón guerrillero que jams abandonó, era también un modelo a imitar por la izquierda chilena de los años sesenta. En 1969, el pre candidato socialista a la presidencia,Salvador Allende, realizó una larga gira que comprendió Vietnam del Norte, Corea, Cuba y Moscú. Allí conoció al legendario Ho: "No sólo en este viaje, sino en mi vida entera había vivido pocos instantes de tanta emoción como cuando fui abrazado por el presidente Ho Chi Minh...Créanme que hubo un largo momento en el que no fui capaz de articular palabra.Tanto el Presidente Ho como el premier Pham Van Dong comprendieron mi emoción y la agradecieron", expresó Allende a la revista Punto Final.
Ho Chi Minh habló en castellano con Allende, idioma que había aprendido durante los tres años que fue ayudante de cocina en un buque argentino.También los jerarcas comunistas de Vietnam del Norte le brindaron un tour estratégico al líder socialista, mostrándole una ciudad subterránea con todos sus servicios fundamentales a 35 kilómetros de Saigón.
Sin embargo, más allá del arrobamiento de Allende con el líder norvietnamita, poco influyó en Chile la larga guerra del sudeste asiático. Latinoamérica también se agitaba ideológicamente con fuerza, y el modelo revolucionario cubano y sus héroes, Fidel Castro y el Ché Guevara, brillaban con fuerza. Internamente, Chile también vivía épocas de cambio: la reforma agraria, la agitación universitaria y la nacionalización del cobre.
En ese escenario, para la gran mayoría de la población la guerra de Vietnam aparecía como un conflicto lejano.
"Somos hijos
de Vietnam"
Pese
a ello, el conflicto en el sudeste asiático marcó a la izquierda.
"No así a la
derecha -señala el hoy senador (PS) y ex lider MAPU Jaime Gazmuri-, que no
seguía los temas internacionales y siempre apoyó la política exterior
norteamericana, hasta la llegada del gobierno de Jimmy Carter (1976), cuando
EE.UU. mostró preocupación por las violaciones a los derechos humanos en el
mundo".
La manifestación
más grande anti Vietnam realizada en Chile fue una gran marcha entre Valparaíso
y Santiago convocada por las federaciones universitarias y las juventudes
políticas a fines de los 60. El rechazo a la intervención norteamericana unió
al amplio espectro juvenil chileno desde la Democracia Cristiana hasta la
extrema izquierda. Así, en 1968 en la Alameda cientos de jóvenes desfilaron en
apoyo a Vietnam gritando:"Ho Chi Mihn, Ho Chi Mihn, lucharemos hasta el
fin".
Los universitarios
de Santiago se ponían en sintonía con los miles de jóvenes de todo el mundo,
desde París hasta Buenos Aires, Ciudad de Mexico y Berkeley en California , que
levantaron su voz para protestar en pro de la paz.
El ex ministro de
Patricio Aylwin, Enrique Correa (PS) era en 1968 presidente de la juventud de
la Democracia Cristiana, que al poco tiempo se escindiría del partido para
formar el Mapu. En la revista Punto Final, desmetía que los jóvenes DC de los
60 se sintieran "hijos" de la Iglesia Católica. "Hoy el partido
se ha secularizado y nosotros somos la primera generación profana. Más que
hijos de la Iglesia, somos hijos de la historia de nuestros días: hijos de
Vietnam, y de Cuba, hijos de los astronautas y de los guerrilleros, hijos de
las rebeliones juveniles y del blackpower", señalaba Correa.
Gritos en la
Unctad
Llegado
1970, la elección presidencial más confrontacional del siglo,donde triunfó el
candidato de la Unidad Popular, Salvador Allende, copó la atención de los
chilenos. La convulsión política entre 1970 y 1973,dejó poco tiempo para atender
una guerra lejana que ocurría al otro lado del planeta.
En 1972, con motivo
de la reunión de la UNCTAD en Chile, el tema de Vietnam volvió reaparecer. Los
delegados de Vietnam del Sur se trenzaron a insultos con los de los países
comunistas en medio de una de las sesiones.
Ese mismo año el
canciller, Clodomiro Almeyda, condenó al gobierno de Nixon por haber ordenado
impedir el abastecimiento de Vietnam del Norte,además de continuar con los
bombardeos aéreos sobre ciudades, industrias,y servicios esenciales
vietnamitas. Y parlamentarios de la DC y de la UP estipularon pedir a Estados
Unidos su retiro de la guerra de Vietnam.
En la calle, en
mayo de 1972, banderas de Vietnam y del Frente de Estudiantes Revolucionarios
(FER) fueron izadas sobre el museo de Bellas Artes por jóvenes pertenecientes
al MIR. Y también fue usual la quema de banderas norteamericanas en las puertas
del consulado estadounidense,frente al Parque Forestal.
En 1973, cuando un
humillado ejército norteamericano abandonó Vietnam del Sur, tras la paz de
París, en Chile hubo poco eco. La convulsión política previa al golpe militar
impidió sentir el fin de la invasión estadounidense.