CHILE BAJO LA UNIDAD POPULAR
(www.monografias.com,
Jaime Antonio Urrutia Mansilla)
Con
enorme inquietud, se recibió en una parte de la población chilena, el triunfo
de la equivocadamente llamada Unidad Popular, y con creciente angustia se
presenció cómo en Chile se deterioraba su consistencia social, moral, económica
y política. Sin embargo, este proceso no se inició en el Gobierno de la Unidad
Popular, porque desde tiempo atrás la demagogia venía arrastrando al país hacia
su destrucción. En su etapa final, dio la primera mayoría relativa en las urnas
a un hombre que reconocía ser marxista-leninista y que, dos meses después,
sectores mayoritarios del Congreso designaban Presidente de la República. Fue
un espectáculo muy desconcertante el que dimos al mundo: un país
tradicionalmente democrático entregó su libertad a un sector totalitario. No se
impuso éste por la fuerza de las armas, como ha sucedido en todos los países
donde gobierna el comunismo, sino que fue designado por una corriente de la
propia democracia.
Dentro
de esta amarga realidad, tan negativa para la Nación, aunque parezca extraño,
existió un factor positivo: el triunfo de la Unidad Popular fue la mejor vacuna
para el país, ya que grandes sectores quedaron predispuestos a rechazar en el
futuro esta doctrina, pero ello se logrará siempre que las nuevas generaciones
se las ilustre de lo que es el comunismo, sino todo se olvida. Su nefasta
administración hizo sufrir los excesos a que lleva la doctrina
marxista-leninista y se logró así una experiencia que no habría sido posible si
hubiere triunfado alguno de los candidatos democráticos.
La
demagogia habría continuado abriendo el camino al comunismo y señalándolo como
la panacea para Chile. Tal política habría continuado socavando los cimientos
mismos de la institucionalidad, hasta hacer posible más adelante el triunfo,
tal vez definitivo, del comunismo. Porque, según los comunistas, el tiempo
trabaja para ellos.  Tengamos, pues la certeza
de que los comunistas hubieran seguido tratando de imponerse, quizás en mejores
condiciones, y hasta conseguir un éxito más decisivo
Chile
debió reaccionar ante su creciente degradación política para evitar tener que
llegar a un once de septiembre. Pero a esa alturas no había otra forma para
salir de la tiranía sin retorno a que nos llevaba el Gobierno de la Unidad
Popular.
Es
importante reiterar, que el drama se había iniciado mucho antes del 4 de
septiembre de1970. Comenzó cuando el escenario político la autoridad transaba y
cedía para no enajenarse el posible apoyo de un adversario interesado. Fue por
ello que se aceptaron los peores actos de indisciplina, el robo, las
ocupaciones ilegales de la propiedad rural y urbana; aceptaron la injuria y el
libertinaje de una prensa aviesa y corrompida, porque sólo se pensaba en
triunfar en las urnas sin importar el precio de degradación social que se
pagaba.
El
4 de Septiembre de 1970, los partidos triunfantes encontraron el terreno muy
bien abonado. Los nuevos conductores de la Nación sólo necesitaban continuar la
labor de destrucción para contribuir a hacer de Chile un nuevo "Paraíso
Comunista”.
Cuando
llegó  la noche del 4 de septiembre, era
muy claro que la primera mayoría relativa de la elección presidencial
correspondía a Salvador Allende, y que éste había aventajado decisivamente- si
no con mucha amplitud- a Jorge Alessandri. Radomiro Tomic era, distanciado, el
tercero de la carrera. Se fueron evaporando, inexorablemente, una después de
otra, las esperanzas alimentadas por los Alessandristas, de que algún repunte
redentor, a última hora, les evitara el naufragio...
Pero
nunca llegarían, por ejemplo esos votos de las míticas "mujeres de Viña
del Mar", cuyos sufragios debieran haber suprimido o acortado la
diferencia Allende- Alessandri. En el último piso de la Cooperativa Vitalicia,
en pleno centro, donde funcionaba la central de cómputos alessandristas, Javier
Vial daba las sucesivas malas noticias a Arturo Alessandri Besa; éste, por unos
teléfonos internos, las transmitía a Ester Alessandri, quien se hallaba en el
departamento del candidato, calle Phillips; y Ester se las comunicaba
finalmente a Don Jorge.
El
porcentaje de Allende era inferior al obtenido en 1964, cuando Frei lo
derrotara a dos bandas; era también al conseguido en las parlamentarias de1969
por los partidos de la combinación que lo apoyaba, la Unidad Popular. 
Resultaba
evidente, que sólo por la elección a tres bandas; el candidato de la UP podía
mostrar ahora la primera mayoría relativa. Esta no le daba, constitucionalmente
hablando, la presidencia: el Congreso Pleno debía elegir entre él  y su más cercano contendor, Alessandri. Desde
un comienzo, como era de esperar, la UP y Allende quisieron minimizar al Congreso
Pleno, invocando la antigua tradición de que éste reconociese la victoria de la
primera mayoría relativa y al mismo tiempo, amenazando con toda clase de
horrores si "le era robada al pueblo su victoria".
Los
otros dos bandos no estaban en muy buenas condiciones para defender este
"robo"... que no era tal, sino simplemente el uso de una prerrogativa
constitucional del Congreso Pleno. 
En
efecto:
Los
Alessandristas, durante la campaña habían rechazado con énfasis una sugerencia
del senador democratacristiano Rafael Agustín Gumucio, en orden a implantar la
segunda vuelta, estilo francés. O sea, una nueva elección popular, entre los
dos candidatos que hubieran logrado las más altas mayorías, si ninguno hubiere
alcanzado la absoluta. Entonces, imprudentes voces alessandristas habían
hablado de reconocer la victoria a quien 
ganase por un solo voto, y aunque este voto solitario no le diera la
pluralidad absoluta. Semejantes palabras se volvían ahora contra don Jorge, como
un búmerang.
Los
tomicistas cargaban un pecado todavía mayor. A saber: el que sus enemigos
llamarían "pacto secreto", y que según Tomic sólo fuera una
"aclaración de intenciones" entre Allende (por un lado), y el
presidente de la DC, senador Benjamín Prado. "Declaro por mi honor (dijo
Tomic) que no hubo ningún pacto secreto que comprometiera el voto de los
parlamentarios democratacristianos en el Congreso Pleno".
"¿Qué
hubo entonces? Un acuerdo muy circunscrito, pero importante para el país...,
sobre una actitud recíproca, principalmente para la noche de la elección...
Convinimos que una diferencia de más de 30.000 votos sería aceptable para
reconocer pública y recíprocamente la primera mayoría relativa a quien las
obtuviera en la urnas.".
Si
se reflexiona en que de este acuerdo recíproco estaba excluido Alessandri
(aunque hipotéticamente, su ventaja hubiera superado los 30.000 votos), y en
que el único objetivo imaginable y práctico del "reconocimiento" era
justamente asegurar a la primera mayoría relativa entre Tomic y Allende el apoyo
conjunto DC y UP en el Congreso Pleno, se concluye que el distingo-
"aclaración de intenciones" o "pacto secreto"- era más
académico que real.
En
verdad, el tomicismo estaba más cerca, doctrinariamente, de Allende que de
Alessandri. La propia noche del 4, Tomic cumplió su convenio. Los jóvenes DC y
los UP "fraternizaron" el la Alameda... como si todos fuesen
vencedores. No era esta la postura  de
toda la Democracia Cristiana, la mayoría de sus dirigentes, desde luego, había
ignorado el convenio Allende Tomic.
Tampoco
era la postura de la Iglesia, tan importante en cuanto a influir sobre la DC...
y en cuanto a ser influida por ésta. Los Obispos habían declarado,
anticipadamente, su decisión de no visitar a ningún triunfador del 4, antes de
que su victoria fuera sellada por el Congreso Pleno. Sólo un prelado faltó a
este compromiso, el obispo auxiliar de Puerto Montt, Jorge Hourton, quien
proclamó Presidente a Allende a las pocas horas del 4 de septiembre
De
conformidad con el Art. 70 de la Constitución procederé a tomar juramento al
Presidente electo, doctor Salvador Allende", anunció el Presidente del
Senado, Tomás Pablo, añadiendo: "Juráis o prometéis desempeñar fielmente
el cargo de Presidente de la República, conservar la integridad e independencia
de la Nación y hacer guardar la Constitución y las Leyes?" "Sí,
prometo", respondió Allende. "En 26 minutos el ciudadano Salvador
Allende se convirtió oficialmente en Presidente de la República", escribirá
al día siguiente el matutino Clarín, refiriéndose a la ceremonia en el
Congreso. "Más o menos 2.500 personas presenciaron el momento histórico.
La
transmisión de mando, programada para las 11 de la mañana del martes 3 de
noviembre de 1790, finaliza a las 11.40. El nuevo Presidente de la República
abandona el Congreso  y camina de allí a
la Catedral para el Te Déum Ecuménico de acción de gracias oficiado por el
Cardenal Raúl Silva y 15 jefes de otras Iglesias. Un gran almuerzo en la Moneda
con familiares, amigos personales y casi la totalidad de sus Ministros viene
después del Te Déum. Y las actividades del nuevo Mandatario, que no da muestras
de cansancio siguen a las 17 horas con la recepción a las delegaciones
oficiales.
"Por
primera vez en la Historia de Chile, cuatro obreros integran un Gabinete",
afirma Allende, al dar a conocer los nombres de sus colaboradores más
inmediatos. Y recuerda: el 4 de septiembre había dicho que el pueblo entraría
con él a la Moneda. En promedio, los nuevos ministros tienen 49 años de edad.
Llama
la atención cómo se distribuyen los partidos de la Unidad Popular el gabinete.
El partido comunista tiene tres ministerios: Hacienda, Obras Públicas, y
Trabajo y Previsión. Otros cuatro son socialistas: Interior, Relaciones
Exteriores, Vivienda, y la Secretaría General de Gobierno. Tres Ministros son
Radicales: Educación, Defensa, y de Minería. El resto se reparte entre la
Social Democracia, Tierras y Salud: el API en Justicia; y el MAPU en
Agricultura; el Ministro de Economía, es independiente de izquierda, ingresará
posteriormente al partido Socialista.
La
violencia asumió el poder junto con Allende. La ultraizquierda (entonces
representada sólo por el MIR), Había sido incrédula, y hasta burlona, respecto
a la eficacia de la "vía electoral", elegida por la UP antes del 4 de
septiembre. Pero después de esa fecha el MIR se trepó sin vacilar al carro de
la victoria. No desbandó ni desarmó, sin embargo, sus fuerzas paramilitares no
renunció a la vía violenta. En marzo de 1971, murió un mirista al explotarle,
accidentalmente, la bomba que portaba. El violentismo del MIR hallaba eco aun
an el seno de la UP. Ahí lo compartían muchos jóvenes socialistas y del MAPU.
Estaba tan difundida la admiración de la fuerza bruta, como arma y camino
político, que hasta una revista católica, "Mensaje", en una editorial
optimista y esperanzada ante la victoria de la UP, escribió que ésta debía
realizar su programa en lo posible, sin sangre ni violencia.
ALLENDE Y LA
VIOLENCIA
El
Presidente mismo sería quien impidiese el lanzamiento de los violentistas,
fuera de la UP y del Gobierno. Tenía Allende un largo pasado democrático, pero,
durante los últimos lustros, se había inclinado, con simpatía romántica- y sin
renunciar a sus hábitos burgueses de vida -, hacia revolucionarios y
guerrilleros: admiraba a Fidel Castro. Señalaba, ante la interrogante de que si
el MIR se podría convertir en una amenaza para el Gobierno democrático,
respondía que "el suyo era un Gobierno de los trabajadores, y los miristas
no van a luchar contra los trabajadores, "sería un absurdo". 
EL CASO ARNOLDO RÍOS
El
2 de noviembre, la muerte de Arnoldo Ríos empezó  a mostrar el canal de violencia sin represión
ni castigo, por el que entraba a navegar el régimen... y también el país. Ríos
era un estudiante mirista de la U. de Concepción. Murió al interior de ésta, en
un enfrentamiento armado con los jóvenes comunistas de las ya tristemente
famosas "Brigada Ramona Parra, las cuales desmentían el pacifismo que se
atribuía el PC. Este afirmaba sin sonreír que las brigadas se dedicaban sólo al
arte mural... Los "artistas", sin embargo mataron a Ríos.
Ocurrieron,
entonces, cosas muy sorprendentes. El Diputado PC Jorge Insunza declaró que la
muerte del mirista Ríos "no era un problema policial, sino un problema
político. Tiene que ser resuelto como tal, entre el PC y el MIR. Y ni corto ni
perezoso consiguió una aeronave y se trasladó en ella a Concepción; le
acompañaban los jefes miristas Miguel Enríquez, Bautista von Schouwen y Luciano
Cruz. Anduvieron todos por la capital del Bío Bío, dieron conferencias de
prensa, celebraron diversas reuniones ¡hasta en la Intendencia! Y
"arreglaron" el caso Ríos. Es de notar que los cuatro nombrados
caudillos miristas eran reos prófugos por múltiples delitos de violencia, a los
cuales la justicia y la policía, ya desde la época de Frei, declaraban no poder
encontrar, pese a una  notoria permanente
visibilidad... El "arreglo PC/MIR en el caso Ríos, significó que su
asesinato quedara perfectamente impune, pese a que otro mirista, herido en la
misma oportunidad, declaraba poder identificar sin vacilaciones a los hechores.
El
28 de diciembre(¡), Allende indultaba a 43 violentistas de extrema izquierda,
reos de delitos políticos comunes...
LA MARCHA DEL
DESORDEN
Con
todo lo anterior, no extraña que el desorden social avanzara a pasos
acelerados. Su foco fundamental fue el campo, particularmente Cautín, donde
cundieron como múltiples incendios, las tomas de tierras y los choques armados.
Jacques Chonchol, el flamante y mapucista Ministro de Agricultura, con sus
anuncios de una reforma agraria "rápida, drástica y masiva", fue el
autor intelectual del conflicto. Pero le dieron su auténtica dimensión los
miristas, mediante su brazo rural. El MCR (Movimiento Campesino
Revolucionario), atizando las reivindicaciones mapuches.
Otra
noticia común fueron las tomas de casas en construcción, por personas sin
techo, o supuestamente tales. Azuzadas por la ultraizquierda. Este fenómeno se
hizo incontenible con la UP, ante la impunidad que garantizaba en Gobierno. A
mediados de enero de 1971, semejantes ocupaciones ilegales comprendían 3.000
casas de la CORVI (Corporación de la Vivienda) y 1.800 de empresas
particulares. Aun, los usurpadores empezaron a vender sus "derechos"
a terceras personas, cobrando 1.000 a 2.000 
escudos (la moneda legal  de esa
época) por vivienda "cedida".
LOS TRIBUNALES EN
JAQUE
La
violencia ilegal hizo inevitable el conflicto con los tribunales. Los
despojados acudían a ellos buscando protección. L ajusticia les daba amparo,
pero ese amparo requería de la fuerza pública. Las autoridades administrativas,
colocadas allí por el nuevo régimen, simplemente no la daban. El perjudicado
seguía en la indefensión, y el tribunal quedaba burlado. Abriendo el año
judicial, con el respectivo discurso de rigor, el Presidente de la Corte
Suprema, Ramiro Méndez, fustigó tal situación con crudeza. El contraataque
unipopular fue inmediato y de gran virulencia. La justicia chilena, dijo la
comisión política del PS, era clasista y "descaradamente" reaccionaria;
"era- agregó Luis Corvalán por el PC- no ciega, sino tuerta".
Un
griterío parecido causó el rechazo que hizo la Corte Suprema, del desafuero
pedido en el proceso Schneider (Comandante en Jefe del Ejército asesinado el 25
de octubre del año 1970). Allende mismo se sumó al coro crítico, sí bien con
mesura; ordenó, también borrar unos gigantescos letreros injuriosos para la
Suprema que habían "pintado" en pleno centro santiaguino los
"artistas" de las Brigadas Ramona Parra. Consideración aparte causan
los dichos del "honorable" diputado Sr. Mario Palestro para quien
los  ministros de la Corte Suprema eran
"alcahuetes, celestinos y cabrones..."
ABRIL: PONIENDO A
PRUEBA LA VÍA ELECTORAL
Todos
los sucesos posteriores al 4 de septiembre señalados anteriormente fueron
apuntando hacia la primera prueba eleccionaria de la UP: las elecciones
generales de regidores (municipios) del 5 de abril de 1971. Aquellos sucesos
fueron también la base de la enconada e intensa campaña electoral. No
importaban tanto los 1.653 regidores en disputa- cuyos asientos se peleaban
8.100 candidatos- como la votación por partidos y bloques. ¿Bajaría la UP sus
porcentajes por los meses de desorden y de violencia?. ¿Se "comerían"
en votos, dentro de ella socialistas a comunistas, o viceversa?.
La
UP hizo un esfuerzo extraordinario en materia de publicidad, contando con la TV
en masa, la cual, manteniendo una neutralidad teórica, orientó sin embargo sus
programas corrientes para  favorecer al
Gobierno. 
La
DC llegó a pedir al jefe de plaza de Santiago que cerrara el Canal Nacional,
acusándolo de imparcialidad (el jefe de plaza era el General Augusto Pinochet).
Ayudó igualmente Allende, con un bien planeado conjunto de giras y discursos,
culminando en una concentración masiva, durante la cual habló ¡dos horas! al
pueblo reunido.
Esperaba
la UP entre el 50% y el 55% de los votos, Allende era menos optimista... en
privado. La oposición se vio perjudicada por los diferendos DC/PN. Junto  con el comicio municipal, debía llenarse la
vacante dejada en el senado por el mismo Allende al ser elegido Presidente. La
UP postuló al socialista Adonis Sepúlveda; los opositores se dividieron entre
Andrés Zaldivar y el radical anti UP, con apoyo nacional, Jorge Ovalle; esto
aseguró la victoria de Sepúlveda. También la violencia tiñó la lucha electoral,
en todo el país. El 27 de Marzo, el Ministerio del Interior publicaba una
estadística de 271 detenidos por incidentes eleccionarios; 71 entre ellos-
hacía notar, subrayando la supuesta imparcialidad gubernativa- eran comunistas.
Los
resultados de esa elección apuntaron al fortalecimiento de la UP y más aun si
se comparaba su éxito, no ya con las elecciones municipales precedentes, sino
con las del 4 de septiembre de 1970... ocho meses, apena atrás, el
"tercio" bordeaba ahora la "mitad". Además, la votación de
la UP se debió, en buena parte, a la inicial euforia económica del plan
"Vuskovic". Ella fue posible porque las masivas emisiones de dinero
recomendadas y realizadas por el "audaz" Ministro de Economía, no
habían surtido aún, sus inevitables 
efectos inflacionarios y de escasez y estancamiento.
REFORMA AGRARIA:
"RÁPIDA, DRÁSTICA, MASIVA..." Y TAMBIÉN SANGRIENTA E ILEGAL.
"Aquí,
ahora van a mandar los campesinos", declara el Ministro de Agricultura, en
conferencia de prensa. Muy pocos se atrevieron a pensar que las palabras de
Jacques Chonchol eran proféticas. La tímida- según la UP-    Reforma Agraria iniciada por el Gobierno de
Frei, cederá el paso, en los próximos meses, a una verdadera revolución en el
campo. Esta sobrepasará las declaraciones del Presidente, según las cuales de que
no se haría esta reforma a través de ocupaciones de predios, sino dentro de un
proceso técnico, con una adecuada planificación, de manera que el país  produjera mas alimentos... Sin embargo, en
diciembre la prensa empieza a reproducir noticias cono ésta: "Ocupaciones
de fundos y terrenos en San Bernardo, Puerto Montt y San Fernando". En
enero, junto con el nuevo año. Las tomas arrecian: 50 predios en la zona de
Temuco; otros 52 en Cautín; más de 30 "ocupados arbitrariamente en las
provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue. La SNA denuncia que  desde que Allende asumió, han sido ocupados
ilegalmente 250 predios. En síntesis, en febrero se expropia a razón de 30 ó 40
fundos por semana. El procedimiento de expropiación era simple: la toma ilegal,
aunque la realicen personas ajenas al fundo, es calificada de
"conflicto". Se decreta la reanudación de faenas, con un interventor
que las dirija y un tribunal arbitral para resolver el seudoconflicto. El
propietario, absoluta minoría en este tribunal, se ve con el fundo en poder de
extraños y dirigido por un extraño, y con un fallo arbitral dictado por su
contraparte en el conflicto, fallo que le significaba exigencias inaceptables y
gastos imposibles. Con este hecho se fuerza al propietario a aceptar
expropiaciones sin causa legal. La Suprema ha decidido no intervenir en los
fallos arbitrales; arroja así a los empresarios agrícolas a la más completa
indiferencia. Haciendo un balance de la política agraria en Temuco, Allende
afirma sin siquiera parpadear: "nos hemos comprometido a destacar que no buscamos
procedimientos torcidos para impulsar la Reforma Agraria extralegalmente".
Tres días después en la Plaza de la Constitución, dirá: "Hemos querido
jugar absolutamente limpio y los interventores no irán más allá  de las claras instrucciones que el Gobierno  ha dado... el patrón agrícola que cumple con
la Ley y quiere trabajar su tierra, sepa que será apoyado por el Gobierno
Popular". El "no me ayude tanto compadre" estaba aquí muy en su
punto.
Los
rumores se inician en mayo de 17971: escasez, desabastecimiento, racionamiento
de alimentos y otros artículos indispensables. Las tarjetas para este efecto
estarían  imprimiéndose en la
penitenciaría de Santiago. El Subsecretario de Economía Oscar Garretón (mapucista),
desmiente en forma terminante: "Se trata de una campaña irresponsable,
tendiente a crear una tensión social". Pero el propio Allende habla ya,
ominosamente, de "stocks por agotarse" en quince días o dos meses
más. El Gobierno otorgando "buena plata": importantes reajustes de
remuneraciones -44%-, y aplicando freno al alza de precios, ha hecho que los
chilenos tengan más dinero que en 1970 y que estén gastando más en toda clase
de cosas. Los rumores de crisis y desabastecimiento precipitan a la gente a
formar sus propios stocks, y con ello producen, precisamente la crisis y el
racionamiento: "De aquí la irritación del Gobierno con la ola de rumores
sobre la materia". Para desvirtuar esta campaña sistemática, el Ministro
de Economía Vuskovic, se dirige al país por cadena  nacional de TV. Explica que la mayor
capacidad  adquisitiva de la población se
ha reflejado en un volumen de ventas más alto que en cualquier época anterior.
Las
reservas de dólares son todavía muy respetables, y la escasez de cualquier
producto, sobre todo alimentos, se puede suplir mediante su importación. Sin
embargo, a fines de mayo el Gobierno pone trabas- depósitos de cien veces su
valor- para importar mil productos, considerados, "no estrictamente
indispensables". En los artículos "durables y
prescindibles"-automóviles, televisores, refrigeradores, etc.- los
clientes se colocan en "cola", lo que produce en forma automática, o
mercado negro, o sobreprecio para quienes no quieren o pueden esperar.
FALTAN MUCHAS
COSAS... ¿FALTARÁN TODAS?. LAS COLAS SE MULTIPLICAN.
No
obstante, los productos difíciles de encontrar, siguen aumentando. La directiva
del Sindicato  de Autobuses de Santiago,
hace presente que son centenares, las máquinas de locomoción colectiva
paralizadas por "una creciente escasez de repuestos". El diario
"Tribuna" denuncia la falta de medicamentos, "tanto por la
política oficial con relación al dólar, como por la demora en resolver sobre
los precios". Sin embargo la escasez de productos básicos de alimentación
es la más inquietante y las largas "colas" son un espectáculo cada
vez mas frecuente. Allende lo reconoce, hablando a los estudiantes de
Antofagasta: "Vastos sectores de Chile empiezan a sentir - y lo digo con
pesar, pero digo la verdad-  dificultades
en el abastecimiento. En el sector que más hay problemas es en el de la carne,
admitiría el propio Vuskovic días después, al término de una reunión del Comité
de Abastecimiento, que preside el Jefe de Estado en persona. El Subsecretario
Garretón seguirá, sin embargo, insistiendo en que el problema se debe a una
" sicosis creada por los medios informativos".
Diversos
hechos dan la pauta de cual es la realidad: en el norte se importa carne
boliviana, y en Santiago, al intentar inspectores de DIRINCO requisar carne que
una cooperativa del sur vendía directamente al público, deben retirarse entre
una lluvia de carterazos, propinados por las dueñas de casa. SOCOAGRO, la
filial de CORFO que canaliza el abastecimiento estatal de carne, tiene
enloquecidos a los carniceros, que duermen en las oficinas  de la firma para conseguir algún trozo de
animal.
EXPLICACIONES Y UNA
LARGA LISTA.
Desabastecimiento...
oposición y Gobierno concuerdan en que el tema no es simpático. "Lo
primeros achacan la culpa al desacierto gubernativo: aumento del poder
comprador, desaliento a la producción, errores en la política cambiaría".
"Los partidos de Gobierno dicen que es una fabricación opositora"(5).
En lo que se refiere a materiales de construcción, el problema es generalizado.
Escasean el cemento, los clavos, el alambre, las maderas y los productos de
quincallería. En materia de vestimenta, se halla desguarnecida la línea de
algodones y casimires. Consultando al Subsecretario Garretón sobre el posible
desenlace de todo esto, dice que los problemas nacen de no haber el Estado
intervenido suficientemente. "Hay problemas  de distribución; no podemos descartar tampoco
el boicot y ha habido un aumento de al demanda. Esto nos lleva a concluir que
tenemos que entrar a participar en la distribución". 
LA BATALLA DE LAS
CACEROLAS
El
clima de enfrentamiento que vive el país llega a su punto de ebullición el
miércoles 1 de diciembre. Al atardecer, empieza la manifestación de las
"ollas y canastas vacías", a que convocan las mujeres de Santiago.
Sorprende aun a sus organizadores, por el número y entusiasmo de los
concurrentes, y se transforma en la concentración femenina más multitudinaria y
entusiasta, combativa, que se recuerda en el país. Elementos ultraizquierdistas
del MIR y MAPU y de las cada vez más famosas brigadas comunistas y socialistas,
atacan a las mujeres con piedras, cadenas, palos y hasta con papas erizadas de
trozos de hojas de afeitar. 
La
manifestación, con mujeres de toda edad, extracción social e ideología
política, se transforma en una gigantesca encerrona. Balance final: 99 bajas
entre asfixiados, contusos y heridos, algunos a balas; y 187 detenidos, entre
los que no hay ningún agresor. Esa misma noche, la indignada protesta de los
atacados se expresa en los barrios, especialmente Providencia. Hay
manifestaciones relámpago, fogata de neumáticos, conciertos de bocinas, las
infaltables bombas lacrimógenas y, como música de fondo, el constante y rítmico
tam-tam de la cacerola vacía.      
ECONOMÍA Y REVOLUCIÓN
La
astróloga Zulma creía que en Chile, en el año 72, vendrían "movimientos
violentos pero positivos". No veía la entronización del marxismo, y  predecía cambios sustanciales: "incluso
la economía resurgirá". El profesor y astrólogo Antonio Simón,  en cambio, profetizaba: "en Chile el
marxismo seguirá avanzando lenta, pero irremediablemente". Al mismo
tiempo, los primeros seis meses del nuevo año verían dificultades en la
producción agrícola y textil: el alimento escasearía; en el segundo semestre
las cosas mejorarían.
FANTASÍA Y REALIDADES:
EL CAMPO CONVULSIONADO
Los
agricultores de Linares protestaban frente a la misma Moneda, por diversas
tomas de predios; 36 fundos de San Clemente, Talca, paralizaban por orden
sindical; casi 3.000 campesinos de la provincia de Colchagua iniciaban
movimientos huelguísticos escalonados. Con esto sumaban 19.000 los campesinos
huelguistas en 761 fundos de tres 
provincias. Según los dirigentes patronales, en 111 previos, la huelga
era absolutamente ilegal. En la zona sur, a incitación  del MCR, permanecían  ocupados mas de 160 fundos.
Un
fallo arbitral puso fin a los conflictos de 605 fundos de la zona de Colchagua,
Lontué y Talca. Los agricultores reclamaron aireadamente": Significa entre
un 300% y un 500% del alza del costo de la vida y una situación de quiebra a
corto plazo". "Se nos está expropiando igual que a los grandes
predios", denunciaban los Sindicatos de Pequeños Agricultores de Linares y
Longaví. Inexorablemente, tomas, crímenes y violencia seguían su marcha. Un muerto
y un herido era el saldo de una ocupación ilícita del fundo
"Chesque", el Loncoche por elementos del MCR. Ante la violencia, que
cundía, la Comisión Política del PS aseguraba: "Los problemas de los
campesinos se han agudizado por la falta de una oportuna decisión
gubernamental". Para los opositores, el culpable tenía nombre y apellido:
Jacques Chonchol, Ministro de Agricultura. La confederación Nacional de
Asentamientos y Cooperativas y Reformas Agrarias acordó pedir su destitución,
como culpable de la "equivocada política agraria" que buscaba
reemplazar al patrón tradicional -"momio"- por el patrón Estado -
" momio rojo"-.
En
la plaza de Linares, la Central Unica Campesina, que agrupaba a 25.000
trabajadores, organizó una concentración de protesta por la política agraria
del Gobierno. En ella, el Ministro Chonchol fue nuevamente enjuiciado, esta vez
por la discriminación que hacía entre campesinos de la UP y campesinos
independientes o de oposición: "Se ha creado en el campo un clima de odio
e inseguridad que va a afectar en forma considerable la producción
agrícola".
INDUSTRIA: LA
CONTRALORÍA EN ACCIÓN
Junto
con el caos a que se encaminaba el campo, iba en forma paralela la industria.
Oscar Garretón, Subsecretario de Economía, anunció el propósito de incorporar
al "área social" la industria pesquera del norte. Dicho... y hecho.
Los empleados rechazaron las requisiciones de las empresas del ramo. 
Era
en inicio de una larga batalla entre el Gobierno y las Contraloría, que el
primero zanjaría mediante "decretos de insistencia". La primera pelea
la motivaron las intervenciones del Gobierno en diversas textiles. El segundo
paso fue recordar al Gobierno que la simple toma de una industria o local, no
autorizaba "la dictación de medidas de autoridad, tales como la
reanudación de faenas, cuando esa oposición constituye un ilícito penal que
excluye la aplicación de normas legales que consultan aquellas decisiones de
potestad pública. Y el Contralor se negó definitivamente a dar curso a las
requisiciones e intervenciones de varias industrias, después de un acucioso
estudio de los antecedentes que le enviara DIRINCO.
Cuando
avanzaba 1972, el tema de la violencia fue dominando la política, y no eran
casos aislados, era el extremismo unipolar organizándose para un enfrentamiento
final. En la UP, y paradojalmente, sin formar parte de ella, el MIR daba la
nota alta y marcaba el camino. El partido comunista, sabiendo los riesgos de
aniquilamiento que para la UP significaba recurrir a la fuerza, hacía movidas
desesperadas con el objetivo de mantener a los cabezas calientes, bajo
control... pero en las calles, entre los universitarios, en las industrias
estatizadas, (que ya empezaban a construir los cordones industriales), alrededor
de las grandes ciudades, en las "brigadas" y otros grupos de choque,
ni aun los comunistas pudieron atajar el torrente del violentismo.
¿ARTESANÍA? ¿LIBROS?
¿HELADOS DE MANGO?...
El
11 de marzo, después de almuerzo, aterrizaba un avión itinerario de Cubana de
Aviación... la línea aérea oficial de Fidel. Tan pronto como tocó tierra,
entraba a la losa una impresionante caravana de patrulleras de investigaciones
y Fíat 125, del tipo que ocupaban las GAP presidenciales. Sin mayores trámites
"burgueses" de la aduana, fueron llevados desde el avión hasta esos
vehículos un importante número de grandes, pesados y misteriosos envoltorios...
debutaban los "bultos cubanos".
¿Qué
contenían?. Las semanas siguientes, acosado el Gobierno por la prensa, la
Cámara y la Contraloría, dieron las más diversas y contradictorias
interpretaciones sobre el contenido de los bultos. Por ejemplo: eran efectos de
uso personal... libros, comestibles, cigarrillos y objetos de artesanía
popular; eran cuadros para la exposición de pintura cubana que exhibiría el
Museo de Bellas artes; eran especies del servicio de investigaciones, retiradas
por éste; eran helados de mango (!) enviados por Fidel a Allende
La
cámara logró develar dos hechos adicionales: los funcionarios de Aduana, habían
insistido en revisar los bultos; a ello se opusieron enérgicamente el Director
de Investigaciones, y el propio Ministro del Interior... ambos socialistas. Con
todas estas circunstancias, el Gobierno debió enfrentar definitivamente la
tenaz presión, no sólo de los opositores y del Congreso, sino de la
Contraloría. Salió a atajarla el propio Allende en persona: "Me permito
informarle que, efectivamente, la aeronave de la línea aérea Cubana de
aviación, arribada a Pudahuel, transportó algunos obsequios que fueron enviados
por el Primer Ministro cubano, tanto a mí como a otras autoridades
chilenas".
En
verdad, y así quedó palmario tras el once de septiembre, cuando se halló y
publicó la lista de ese contenido, confirmada públicamente entonces, por el
propio Fidel Castro, los "obsequios" eran un impresionante arsenal de
armas, aun semipesadas, y municiones y explosivos: con él se equipó un pequeño
ejercito de GAP, en las diversas viviendas de Allende: Tomás Moro, Cañaveral y
La Moneda.
TOMAS Y SECUESTROS EN
EL CAMPO
Como
ya se iba haciendo usual, una vez más el Subsecretario del Interior, Daniel
Vergara, desmintió las múltiples noticias sobre el caos en las zonas rurales.
Meses después, este caos agrícola llegó a Santiago. 113 predios estaban
ocupados o en huelga en la provincia. El MCR, junto a agitadores cubanos,
habían paralizado todos los fundos del Departamento de San Antonio, cuya
producción de 300.000 quintales estaba en peligro de perderse. La violencia se
extendía, además a Melipilla, El Monte, La Florida y Maipú. Las consecuencias
inmediatas, resumió en junio Benjamín Matte, presidente del SNA: "El país
necesitará  durante el resto del presente
año importar alimentos por un monto de 455 millones de dólares, o sea, más de un
millón de dólares diarios".
En
mayo de 1972, dos frases podían resumir la situación en Chile, según la
oposición o el gobierno. "Hemos realizado la más grande y patriótica
tarea: hacer la segunda independencia, la independencia económica de la
Patria", dijo Allende al celebrar, con la CUT, el día internacional del
trabajo. El Presidente de la SFF, Orlando Sáez, advertía por su parte:
"nuestros actuales análisis nos llevan a predecir una crisis económica
superior a cuantas Chile ya ha conocido en el pasado" y calificaba a los
economistas de gobierno como "eficaz equipo de demolición".
Entre
ambas posiciones se situaba el realismo del partido comunista. Un documento
suyo titulado "Plan Nacional para 1.500 juntas de abastecimiento y control
de precios", que debía servir "como un activista más, para hacer pasar
a primer plano la tarea política que significaba tomar los problemas creados
por la especulación y la sicosis del desabastecimiento", recomendaba
pautas de acción muy concretas.
Una
gran masa opositora, entretanto, había decidido demostrar su descontento
marchando. A la "marcha de la democracia" de abril en Santiago, se
sumó otra en Concepción y se contraponían las de los propios partidos de
gobierno. En junio en propio Ministro Vuskovic, en un discurso en el teatro
Bandera, en reunión con personeros del área estatal, tuvo que enfocar la grave
situación del país. Advirtió que "el problema de divisas y, por tanto, las
posibilidades de importación, era muy serio que de allí se derivaba la
principal limitación para seguir con el proceso de expansión de la economía que
nos trazamos para el año 72". A eso se agregó, como causa de
desabastecimiento de muchos sectores, la baja en la productividad de algunas
empresas estatizadas. Un día después, todos los miembros del Gabinete ponían
sus cargos a disposición de Allende, quien, en su residencia de Tomás Moro,
buscaba un nuevo derrotero económico para el país.
... Y LA POLÍTICA
INFLUENCIADA POR LA VIOLENCIA
Todo
el segundo semestre del 72, la lucha política se vio inevitablemente influída
por el tema de la violencia, como se señala precedentemente en el trabajo. Las
bases opositoras se confundieron en una sola multitud, para realizar
"marchas de protestas", inspiradas en el "cacerolazo" de
diciembre y que revivieron su éxito. La UP respondió con sus propias marchas, igualmente
multitudinarias.
El
clima de violencia reinante hizo que, casi siempre, estas concentraciones
terminaran en batallas campales entre los respectivos grupos paramilitares, con
sangre derramada, vandalismo y detenidos por cientos. En el interior de la UP,
la lucha entre los "moderados" (PC, radicales del PIR, API de tarud y
mapucistas de Ambrosio, los principales), y los "ultras" del PS y
adláteres izquierdo - cristianos (con el MIR en la sombra), motivó larguísimas
sesiones de autoanálisis y autocrítica, corriendo 1972.
1970
Septiembre:
4:
Elección presidencial. Allende primera mayoría relativa.
Octubre:
22:
Atentado contra General Schneider.
24:
Allende ratificado Presidente por el Congreso Pleno.
Noviembre:
3:
Allende asume el mando.
12:
Se reanudan relaciones con Cuba.
Diciembre:
1:
Primera estatización: Fábrica de paños Bellavista-Tomé.
2:
Arnoldo Ríos, estudiante mirista de la Univ. De Concepción, asesinado a tiros
por el PC.
28:
Anuncio de estatización de los bancos.
28:
Decreto de insistencia indultando a los "jóvenes idealistas" de la
ultraizquierda.
1971
Febrero:
2:
Rechazada por la Cámara la acusación constitucional del PN contra Lissandro
Cruz, Ministro de Justicia. Se le acusaba por los indultos a violentistas.
12:
Expropiación de Zig-Zag. Se le transforma en "Quimantú" Editora del
Estado.
Marzo:
1:
Con detención de Zvonimir Medovic comienza el llamado "affaire del cobre.
Abril:
5:
Elecciones generales de Regidores. Avance electoral de la UP. Esta u
oposición  se dividen electorado por
mitades.
19:
Muerte de Rolando Matus, modesto agricultor, en choque con mapuches miristas,
que pretendían ocupar pequeño predio agrícola en Pucón.
29:
Muerte de Jorge Baraona, al ser expulsado por CORA de su predio y casa en
Colchagua.
Mayo:
18:
Jacques Chonchol, Ministro de Agricultura, anuncia que en 1971 CORA expropiará
mil predios.
Junio:
8:
Asesinato de Edmundo Pérez Zujovic por la VOP.
13:
muerte de los asesinos de Pérez Zujovic, en enfrentamiento con la policía.
16:
Ultimo VOPISTA  en libertad ataca con
metralleta Cuartel General de Investigaciones, literalmente forrado en dinamita.
Abate a tres policías antes de hacer explosión él mismo.
Julio:
15:
Se promulga reforma Constitucional de expropiación de la gran minería del
cobre.
Agosto:
14:
Muerte de Luciano Cruz.
24:
Comienza la gira internacional de Allende a Colombia, Ecuador y  Perú.
Octubre:
15:
Se anuncia decisión de estatizar Papelera. 
29:
Primeras denuncias de la actuación revolucionarias del “Comandante Pepe”
(Gregorio Liendo) en Panguipulli.
Noviembre:
10:
Fidel Castro en Chile.
12:
Mitterrand en Chile.
16:
Se anuncia creación de las JAP (juntas de abastecimiento y precios).
Diciembre:
1:
Marcha de “las cacerolas”  en Santiago.
Violentos incidentes.
2:
Castro se despide de chile, visiblemente escéptico sobre la experiencia de la
UP.
2:
DC acuerda al Ministro del Interior, José Tohá, por su tolerancia de los grupos
armados.
1972
Enero:
6:
Aprobada acusación constitucional contra Tohá en la Cámara. Queda suspendido de
su cargo.
7:
Tohá designado Ministro de Defensa.
22:
Tohá destituido por el Senado.
28:
Reorganización del gabinete. Tohá vuelve a Defensa; Hernán del Canto en
Interior. Dos miembros del PIR ingresan al Ministerio.
Febrero:
4:
Cónclave de autocrítica de la UP en El Arrayán. Chocan "moderados",
que encabezan el PC, con "ultras", dirigidos por socialistas del
sector Altaminaro.
19:
Congreso Pleno aprueba reforma constitucional delimitando las "tres
áreas" de la economía, iniciativa democratacristiana.
Marzo:
11:
Llegan los "bultos cubanos".
13:
Comienza a dispararse la inflación. Enero y Febrero han quintuplicado el ritmo
de alza del costo de la vida de iguales meses del 71.
Abril:
7:
Reorganización del gabinete. Sale el PIR, desautorizado en su intento de llegar
a cuerdo con la DC sobre las "tres áreas" sociales. Primer militar en
el Gobierno: General Pedro Palacios, en Minería.
12:
Marcha por la Democracia en Santiago, por la oposición unida.
Mayo:
13:
Desórdenes con muertos y heridos en Concepción, al autorizarse y realizarse
tres marchas políticas simultaneas (UP, Oposición y el MIR).
Junio:
4:
Debutan tarjetas de racionamiento, emitidas por las JAP
23:
PN acusa constitucionalmente a Ministro del Interior, Del Canto
Julio:
5:
Aprobada acusación por la Cámara, Del Canto suspendido.
7:
Senado rechaza veto a reforma de tres áreas sociales. Conflicto constitucional:
¿plebiscito (como sostiene la oposición) o consulta al Tribunal Constitucional
(como sostiene el gobierno)?.
27:
Del Canto destituido por el Senado.
Agosto:
2:
Del Canto nombrado Secretario General de Gobierno. Jaime Suarez Interior.
21:
Paro  total de comercio, por 24 hrs.
DIRINCO reabre locales deserrajándolos. Violentos incidentes.
22:
Estado de emergencia en Santiago.
25:
Clausurada radio Agricultura de Los Angeles
30:
Asesinato de cabo de Ejército  Exequiel
Aroca, en Concepción.
Septiembre:
1:
Paro de estudiantes secundarios contra Ministro de Educación Aníbal Palma...
incidentes
...
y así se cumplieron los dos años de la UP
UN OCTUBRE
INOLVIDABLE
A
las cero horas del día lunes 9 de octubre del 72, los miembros de la
Confederación de dueños de camiones, los temidos transportistas, iniciaban
desde O'Higgins a Malleco, un paro indefinido. Objetivo: protestar porque las
autoridades no habían resuelto los problemas que, decían, afectaban a todo el
gremio. La protesta se dirigía, sobre todo, contra un proyecto aprobado por el
Instituto CORFO- Aisén: crear una 
empresa estatal que concentrara los transportes terrestres, marítimos y
aéreos de la provincia.
La
reacción del Gobierno no se hizo esperar y se concretó en una orden de
detención contra cuatro dirigentes máximos del gremio paralizado. Al día
siguiente, la respuesta solidaria gremial para con sus lideres, sorprendió a
todo el país: los 165 sindicatos de camioneros adheridos a la confederación,
con 40.000 miembros y 56.000 vehículos, se sumaron al movimiento inicial, en un
paro masivo, que comenzó de inmediato a cumplirse con rigurosidad militar. Se
sobrepasaría así la defensa de los transportistas, Para luchar por los derechos
de toda la actividad privada: el paro de Vilarín fue la chispa que desató efectivamente
una serie de  sucesivas huelgas de
adhesión.
El
Gobierno respondió otra vez a su modo: trece provincias fueron declaradas Zona
de Emergencia. En San Felipe, la DIRINCO requisó 300 camiones. Los huelguistas
detenidos sobrepasan los 400. En la madrugada del viernes 13, Allende se
dirigió al país, diciendo: "No creo que llegue el momento de llamar al
pueblo para que se vuelque a la calle"; y advirtió: "Camión que sea
requisado, no será devuelto a su dueño".
DESCONCIERTO POLÍTICO
Y CUNDE EL PARO
El
carácter netamente gremial de los paros se reflejó en el desconcierto  con que fueron acogidos por los partidos de
la oposición. Cuando el paro de los camioneros entraba en su sexto día, seguía
siendo total. Los cuatro jefes máximos del gremio permanecían en la cárcel,
siete directivos del comercio eran arrestados. Los camioneros enfatizaban que
no transarían con el Gobierno en algunos puntos de sus plataformas de lucha:
apoyo a la radio Agricultura de Los Angeles, y rechazo a cualquier intento de
estatizar la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones. El 15 de octubre,
por orden de la jefatura de la zona de emergencia, fue clausurada seis días la
radio Nuevo Mundo, se implantó cadena nacional obligatoria de radioemisoras, se
advirtió que se procederá a  la requisión
de los locales comerciales que no abrieran sus puertas al día siguiente. Una
vez más la respuesta del público fue sorprendente. Cuando el 16, tal como se
había advertido, funcionarios de DIRINCO se empeñaban en descerrajar los
negocios cerrados, los transeúntes se opusieron, protagonizando agitados
incidentes en el centro. Una vez más, también la solución del Ministerio del
Interior fue invocar la Ley de Seguridad Interior del Estado y presentar
querellas.
"GRAN NORMALIDAD”
Y CIEN ATENTADOS. NEGOCIACIONES
Pero
Allende, imperturbable, declaraba por cadena nacional de radio y televisión
que: "El país no se ha paralizado". Sin embargo, contradictoriamente,
acotaba cifras negativas que se traducían en daños y perjuicios, a nivel
nacional, ascendentes a 100 millones de dólares. El 25 partió la "etapa de
negociaciones": El Presidente inició contactos oficiales con voceros
autorizados de camioneros y comerciantes, para buscar una solución, pero
simultáneamente, otras dos radios de la capital eran clausuradas.
Curiosamente,
cuando las negociaciones parecían estar más cerca de materializarse, ambas
partes se habían endurecido. El senador Altamirano y los "duros "
socialistas reiteraban su decisión de "poner a los momios de
rodillas". Eran partidarios de que el paro siguiera a toda costa, hasta
sus últimas consecuencias"; los puntos sobre libertad de expresión, que
los gremios consideraban inamovibles, se calificaban de "políticos".
Por último- acusó la Cámara Central de Comercio el 1° de noviembre -, ese día,
hallándose las conversaciones a punto de desembocar en una solución, el
Gobierno les había puesto fin, alegando que los dirigentes gremiales carecían
de representatividad. Ellos replicaban acordando "mantener con mayor
decisión y vigor que nunca el movimiento nacional de solidaridad gremial".
Noviembre
se iniciaba así, en medio del más peligroso y absoluto impasse: la mayor parte
del comercio no alimenticio de Santiago, la casi totalidad de los
transportistas, la mayor proporción de los bancarios y la aplastante mayoría de
los profesionales, llevaron con su huelga al país al borde del completo colapso
económico. El gobierno respondía con más querellas, escandalosas requisiciones
y apertura forzada de céntricos negocios, "zonas de emergencia",
toques de queda y la enloquecida cadena radial de la OIR.
MINISTERIO CON
MILITARES,  FIN DEL PARO
Hallándose
así el país al filo del caos, una acusación constitucional del CODE, que visaba
a cuatro ministros, y a varios intendentes, por sus respectivas actitudes
durante el paro, precipitaría los acontecimientos.
El
dos de noviembre, en efecto,  juraba un
nuevo gabinete, incluyendo tres uniformados y dos dirigentes de la CUT, en su
seno. El nuevo Ministro del Interior declaró con énfasis que la presencia de
las Fuerzas Armadas no implicaba "un compromiso político, sino una
colaboración patriótica en aras de la paz".
Este
anuncio hizo reabrirse las conversaciones. Se intercambiaron diverso documentos
y, por último, el domingo 5 de noviembre en la tarde, se leyó una declaración
respuesta de gobierno al petitorio de los gremios. Al caer la noche, los
dirigentes, por cadena voluntaria de emisoras suspendían el paro, y ordenaban
la vuelta al trabajo, "por el interés supremo de Chile".
"Creemos que el gran vencedor de sete movimiento es Chile, porque se han
logrado metas importantísimas; entre otras: el chileno sabe ahora que puede
hacer oír su protesta, y que no tiene porque aceptar, callado, atropellos y
vejámenes", sintetizaba Rafael Cumsille.
Racionamiento,
Desabastecimiento, Mercado negro... y 195.5% de inflación.
La
situación económica y política, social y cultural del país, no puede ser peor.
Chile batió el récord mundial de inflación, con un 143%. El Banco Central daba
a conocer que ese año se emitieron 
billetes por un total de 36.367 millones de escudos, lo que implicaba un
incremento del 174.4% en relación con el año 1971. En una reunión de alto nivel
del partido comunista, el Ministro de Hacienda, entregaba estadísticas
igualmente sombrías: las 140 empresas estatizadas dejaron en 1792, 50.000.000
de escudos de pérdidas; durante el sólo mes de octubre hubo que imprimir
6.000.000 de escudos para tapar su enorme “forado financiero”; y un tercio del
presupuesto fiscal de 1973 es gastaría en comprar alimentos extranjeros.
La
exasperación del consumidor chileno con la inflación y el desabastecimiento, se
demostraba en hechos diarios de violencia. Calama: 200 personas asaltaban dos
camiones que llevaban carne argentina 
para Antofagasta, obligándolos a enfilar al matadero de la ciudad que (dijo
una vecina) no recibía “ni huesos, de parte de las autoridades”.
RACIONAMIENTO,  AMARGA MEDICINA
A
pesar de la proximidad de las elecciones parlamentarias, el gobierno decidió
enfrentar el problema. El Ministro de Hacienda, anunciaba, por cadena de radio
y televisión, que el racionamiento había llegado a Chile: “El Gobierno tiene
conciencia de que existe un conjunto de dificultades, derivadas de la escasez
de productos indispensables para el consumo; de especulación desenfrenada; y
del mercado negro, dificultades que han tendido ha agravarse en el último
tiempo”.
Las
revelaciones del Ministro provocaron una avalancha. El ex Presidente Frei, las
definió como “una acción clara y definitiva para el control totalitario del
país”. El senador DC, Juan Hamilton, calificó el discurso de “descarado y
siniestro”. “Los que han hundido al país en el hambre, quieren imponer la
dictadura por el estómago. El que no se someta a las JAP y a la UP, no comerá”.
El
comentario oficial, inefable, del Gobierno, lo transmitió Bosco Parra: “No es
racionamiento- dijo -. Por el contrario, es una búsqueda de solución a los
problemas que existen. Se trata del establecimiento de normas de identificación
de necesidades.
El
propio Allende, intentó minimizar el problema, diciendo: “No habrá
racionamiento alimenticio, sino una distribución verdaderamente equitativa y 
humana
de los artículos esenciales para el consumo familiar”.
¿QUIÉN ABASTECE AL
MERCADO NEGRO?
Pero
dos hechos no admitían discusión: que el mercado negro existía... y que
requería una fuente de abastecimiento. ¿Dónde estaba ella?. La distribución
íntegra se canalizaba por sólo dos empresas: CENADI, propiedad de todos los
trabajadores del comercio del país, y DINAC, la distribuidora estatal, que
había englobado a las antiguas firmas particulares.
Al
mismo tiempo había serias denuncias sobre acaparamientos... sospechosos
síntomas del Mercado negro, 700 toneladas de arroz fueron descubiertas en una
bodega no declarada de la ECA, en Antofagasta. Osorno: DINAC tenía – aseveraba
el Alcalde de la ciudad – 18.000 tarros de nescafé, de medio kilo cada uno, y
otras cantidades inusitadas de otros productos que también faltaban en el
mercado. Per el hallazgo más grande fue el que se hizo en las bodegas DINAC de
Lo Hermida: 3.061 sacos de té, de  30
kilos cada uno; 2.069 cajas de 12 kilos cada una, de leche en polvo; 2.800
bolsas de azúcar; 32 máquinas de lavandería y tintorería; 100 metros cuadrados
de hilos de distintos colores, etc.
A
la escasez de alimentos se sumaban auténticas batallas por el balón de gas.
Gasco, que abastecía aproximadamente al 60% de los santiaguinos, no había
recibido un solo balón nuevo, y la escasez era tal que el balón corriente, de
valor oficial de 500 escudos, se transaba en el mercado persa a cinco veces ese
precio.
Por
su parte, el Colegio Médico comunicaba a Allende que el desabastecimiento de
medicamentos en las farmacias estaba llegando a límites pavorosos. En muchos
hospitales ha debido dejarse de practicar intervenciones quirúrgicas que son de
urgencia, por falta de medicamentos.
El
desabastecimiento de repuestos también era impresionante y afectaba
directamente a toda la población, pues – hallándose parados el 30% o más de los
vehículos de locomoción colectiva – tenía que dirigirse a pie a sus trabajos.
La mitad de los camiones de la basura de Santiago no podía realizar su tarea
diaria, por el mismo motivo, y la falta de repuestos alcanzaba, además a 250 de
las 500 locomotoras que poseía Ferrocarriles del Estado, y la mitad de las
grúas  del Puerto Barón, en Valparaíso.
“EL PAN  NEGRO DE CADA DÍA”
Seguramente
hace veinte siglos, cuando los cristianos aprendieron a rezar el Padre Nuestro,
jamás imaginaron que algún día existiría un pueblo en la historia para el cual
ese “pan nuestro de cada día”, sólo se conseguiría a través de enormes
sacrificios y de largas e interminables colas a sol y sombra.
Porque
en Chile, el pan, el mismo de “contigo pan y cebolla”, también pasó a formar
parte de la élite de productos “conflictivos, y aunque todavía existía, todas
las dueñas de casa saben también cuanto cuesta conseguirlo...
En
el año 1972, un grave desabastecimiento, con tendencia  a ser virtual racionamiento de pan, se inició
en Santiago y las colas ya habituales frente a todo tipo de negocios, se
hicieron interminables ante las panaderías de la capital.
Para
paliar en parte el problema, los industriales panaderos estudiaron dos
alternativas: ofrecer al público un pan que, “tanto en el color de la miga,
como en la calidad del producto” provocaría protestas; o dejar de amasar y
vender en domingos y festivos. Por falta de stock harineros para abastecer la
demanda, habría que mezclar harina con harinilla y otros elementos del trigo,
lográndose así un pan oscuro y pererecible. Era la primera solución.
Prefirieron (entonces), la segunda: acostumbrar a la población a no comer pan
los días de fiesta.
El
gabinete con militares sobrevivió apenas las elecciones parlamentarias. El 27
de marzo, lo reemplazaba uno puramente civil... y puramente UP, encabezado por
el ex diputado socialista Gerardo Espinoza.
“Salvador
Allende no ha tomado conocimiento del resultado de la elección parlamentaria”,
comentó sarcásticamente Julio Durán, radical opositor. Pero la observación no
era justa. El presidente no hubiese querido sino conservar a sus Ministros
uniformados. Ni aun la resistencia a éstos en la ultraizquierda unipopular –
resistencia cada día más virulenta – habría doblegado a Allende en ese
propósito. Fue el deseo de las propias Fuerzas Armadas, la causa determinante
de su retiro.
La
puerta de salida no podía ser más obvia y conveniente: el motivo básico para
entrar al Gobierno había sido facilitar la elección de Marzo; verificada ésta,
los uniformados volvían a sus cuarteles... “Misión cumplida”.
Hubo,
parece, una gestión de Prats, de última hora, para que Allende y la UP
aceptasen ciertas condiciones, bajo las cuales las FF.AA. Hubiesen podido
continuar en el gobierno: la gestión, y las condiciones, se vertieron en un
memorándum, que el presidente y los comunistas habrían aceptado, pero que el PS
rechazó de manera terminante.
HACIA EL
ENFRENTAMIENTO
Uno
de los puntos del memorándum militar habría sido la disolución inmediata de los
grupos armados y la aplicación intensiva de la Ley de control de armas. En
pocos días, en efecto, se habían reiterado los incidentes con grupos
paramilitares. El nueve de marzo, las FF.AA. de Valparaíso se acuartelaron
cuando el MIR y su “frente obrero” cumplieron una serie de tomas que,
estratégicamente, sitiaban al Regimiento “Coraceros”. El 16 de marzo las cosas
pasaron a mayores en La Reina, parcela 64. Dicha parcela estaba en vías de
expropiación por CORMU; la contigua ya había sufrido esa suerte, y estaba
ocupada por un campamento unipopular. Desde éste la parcela 64 era mirada con
apetito, habiendo sido objeto de varios intentos de invasión. Los dueños de la
parcela la tenían custodiada por “amigos” – “mercenarios... armados hasta los
dientes”, dijo después el Intendente Faivovich – que alojaban en carpas.
Dos
de estos feroces “mercenarios” – Enrique González y Sergio Vergara, de familias
modestas, y respectivamente de 16 y 17 años de edad- no alcanzaron a hacer uso
de su supuesto armamento. La madrugada del 16, los pobladores de la parcela
vecina, dirigidos por dos funcionarios de CORMU, invadieron el terreno de la N°
64 y dispararon contra las carpas; los dos infelices muchachos murieron sin
despertar. La UP ni siquiera condenó el atentado.
EL CAOS A LA VISTA
En
la izquierda, la lucha MIR-PC se hizo frontal. El pleno comunista calificó al
MIR de “factor de división del movimiento popular”; su política, agregó, era
suicida. El MIR respondía con nutridas andanadas contra los reformistas, en las
cuales al blanco centra era el comunismo, pero tocándole también algunas balas
al compañero Presidente en persona.
La
pugna de los grandes de la UP, pasó a los chicos. Al día siguiente de la
elección parlamentaria, esa pugna reventó en el MAPU. El bando pro comunista,
dio un auténtico golpe de Estado, cuya víctima fue la directiva oficial de la
colectividad, presidida por Garretón. Pero los “garretonistas continuaron
afirmando ser ellos los auténticos dueños 
del MAPU. Sin embargo, el bando contrario se apoderó a viva fuerza de
los locales del partido y de su radio “la Sargento Candelaria.
FURIAS POLÍTICAS Y
GREMIALES
Junto
con descomponerse el panorama interno de la UP, se descompuso el panorama
político. Asimismo aquí la salida de los Ministros- Generales rompió el dique
de la legalidad, por precaria que ésta fuese. Pues de inmediato el gobierno
envió un decreto de insistencia, para regularizar la estatización de 42
industrias y empresas requisadas. Era lo que los militares habían impedido
durante cinco meses... y era también una bofetada a los conciliadores de la DC,
quienes por el mismo lapso, habían conseguido que el Senado no se pronunciase
sobre el veto de Allende a la reforma Hamilton de la constitución, sobre las
“áreas” económicas. Ese veto ya había sido rechazado por la oposición en la
Cámara; si el senado hacía otro tanto, se plantearía un insoluble conflicto de
poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo. Poco después, el Senado rechazaba
también el veto de Allende, quien intentó que su tesis – o sea que no se habían
alcanzado las mayorías necesarias para el rechazo – fuese refrendada por el
Tribunal Constitucional, pero éste la declaró incompetente.
El
último frente interno que minaba al gobierno, el gremial, fue asimismo
descomponiéndose, y rodando hacia un nuevo paro. Todavía el caudillo
transportista, León Vilarín afirmaba: ”Chile no resiste ni merece otro paro”.
Pero dos semanas después aseguraría: “Si queremos salvarnos de la dictadura
marxista, hay que dar la cara”.
 La mecha de la bomba gremial fue El Teniente.
Sucesivos sindicatos se plegaron, desde el 19 de abril, a una huelga para
mejorar las remuneraciones: la inflación las había carcomido. El 2 de mayo el
paro ya era total. La provincia fue puesta en estado de emergencia, y luego el
conflicto se iría ampliando y envenenando. El 31, Chuquicamata se encontraba
igual y totalmente paralizada, y en Rancagua se sucedían los incidentes
callejeros, con numerosos heridos, la radio local tomada por las mujeres de los
mineros, y finalmente uno de los mineros muerto en enfrentamiento con la
policía. El 14 de junio, 5.000 mineros huelguistas marchaban sobre Santiago por
la carretera Longitudinal.
 El Intendente los detuvo en el puente del
Maipo con barreras de motoniveladoras, y un verdadero ejército de carabineros,
incluyendo varias tanquetas. Pero los mineros dispersándose en distintas
direcciones, lograron llegar en gran número a Santiago. La Universidad Católica
los cobijó. Los días que siguieron, mineros y estudiantes protagonizaron
violentísimos incidentes en Santiago, culminados el 19 de junio, con una
gigantesca “Marcha de la democracia”, salida desde la casa central de la UC y
cuyo orados principal fue el líder de El Teniente, Guillermo Medina.
EL “TANQUETAZO”
Amaneció
así, el 29 de junio. El día anterior se había descubierto un misterioso
“contacto” entre jefes de Patria y Libertad y oficiales del Blindado N°2, cuyo
comandante era el Teniente Coronel Roberto Souper. Un teniente de aquel
blindado fue arrestado en el Ministerio de Defensa, por dichos “contactos”. Se
ordenó que Souper entregara el mando a la mañana siguiente. En vez de hacerlo,
el Teniente Coronel, enfiló hacia La Moneda con siete tanque, dos jeep y varios
camiones. 
Los
sucesos siguientes fueron cinematográficos:
9,05:
Los tanques abren fuego contra el palacio. Lo responden desde el interior
carabineros e investigaciones; y desde el Banco del Estado, Central y la torre
Entel, francotiradores civiles de ultraizquierda.
9,08:
Un tanque derriba la reja del Ministerio de Defensa, destrozándola, sube por la
escalinata de mármol, mientras su ametralladora dispara a todo vapor, y libera
al Teniente detenido la noche anterior.
9,15:
  Avisados el General Prats y Allende, el
primero asegura la lealtad de las otras unidades militares de Santiago, y el
segundo en Tomás Moro, hace llamados por radio al pueblo.
11,46:
Prats obtiene por persuasión que se rindan los tanques.
Solo
quedaba reducir al Blindado N°2. La operación a cargo del Tacna fue dolorosa;
se cumplió esa misma mañana. El pánico civil también había sido digno de verse.
Souper fue llevado detenido al Ministerio de Defensa, y numerosos dirigentes de
Patria y Libertad, se refugiaron el las embajadas de Colombia y Ecuador. Las
víctimas fatales de la jornada superaban las veinte.
El
“tanquetazo” fue el detonante para los enfrentamientos que iban a venir. El
llamado de Allende y de la CUT a ocupar las fábricas y a movilizar a los
cordones industriales hizo más tensas las relaciones con la oposición. Diversos
incidentes, protagonizados por grupos de izquierda que se organizaban para
armarse, llevaron a las Fuerzas Armadas a aplicar con todo vigor la Ley de
control de armas. El fantasma de la guerra civil es una realidad que se
aproxima y se hace cada vez más tangible día a día.
EL CONTROL DE ARMAS,
PIEDRA DE LA DISCORDIA
Las
denuncias de entrega de armas hechas por parlamentarios de oposición, pusieron
en movimiento a las Fuerzas Armadas. Cumpliendo con la Ley N° 17.768, que
entregaba el control de armas a esos institutos, desde el domingo 8 de junio se
sucedieron los allanamientos:
Valparaíso:
La
madrugada de ese domingo, personal naval acordonó el sector de la calle
Errázuriz, donde estaban las bodegas de DINAC, la distribuidora estatal, y
procedió al allanamiento de armas cortas, bombas molotov y otros explosivos
caseros, además de abundante material para fabricarlos.
Santiago:
Simultáneamente
con el allanamiento de DINAC, la FACH en un operativo espectacular, con más de
200 hombres de la base de El Bosque, y la participación de tres helicópteros,
ocupaban el Cementerio Metropolitano, en busca de armas. La FACH no dio cuenta
del botín, sin embargo testigos, vieron como hasta los helicópteros, llevaban
cajas con armamentos y eran detenidos los tres nocheros por portar armas sin
permiso.
Al
azar – el choque de una camioneta del CORA con un taxi – permitió otro hallazgo
importante. Con el impacto del choque, saltaron varias cajas y un pequeño ataúd
blanco. Pero este no contenía ningún “muertito”, sino 14 metralletas, al
parecer de origen checo. Una de las cajas, por su parte, contenía 60
detonadores para dinamita, guías, mechas y numerosa documentación, incluso
planos de cuarteles policiales y del         Ejército
y de servicios públicos como la luz y el teléfono.
EVITANDO LA GUERRA
CIVIL: EL DIALOGO
El
“tanquetazo” cerró el antepenúltimo mes de los mil días unipopulares. Los dos
meses postreros estarían dominados por el fantasma de la guerra civil. 
Frente
a él, en forma confusa, Allende y la UP siguieron dos líneas paralelas...
aunque contradictorias.
Por
una parte, preparar el enfrentamiento, acumulando febrilmente armas y
explosivos, fortificando posiciones y 
diseñar estrategias más o menos razonables para la lucha; en todo esto
eran secundados, peor aun, por el MIR;
Por
otra parte, intentar prevenir o al menos retardar aquel enfrentamiento, sin que
sepamos a ciencia cierta si procedían en ellos sinceramente, o sólo a la espera
de una situación más favorable para ganar la guerra civil.
¿UN GOBIERNO
ILEGÍTIMO?
Allende
y parte de la UP presionaron hacia el “diálogo”, intentando dividir a la
oposición, y alarmados por el hecho de que ésta cuajaba el concepto de que el
gobierno había caído en ilegitimad; ello por dos razones fundamentales:
La
reforma constitucional. Allende no pudo hallar respaldo a su tesis sobre los
vetos opuestos por él a la reforma Hamilton, o de las tres áreas. Allende buscó
una nueva salida: promulgar parcialmente la reforma Hamilton. Envió el decreto
respectivo a la contraloría. Esta se negó a darle curso; la promulgación
parcial, dijo, era imposible.
El
fraude electoral. A lo anterior se sumó, el 17 de julio, un campanazo dado en
canal trece por el decano de la Escuela de Derecho de la UC, Jaime del Valle,
“chilenos y chilenas: nuestra nación es víctima de una infamia”. Esta,
consistía en haberse perpetrado, en las últimas elecciones parlamentarias, un
fraude masivo -¡¡¡200.000 sufragios!!! – para beneficio de la UP y sus
candidatos. El fraude se había cometido mediante la inscripción múltiple de una
misma persona en varias comunas, con su identidad real o con ésta y además
otras falsificadas, para así llegada la elección, votar esa misma persona
varias veces. Organizando el delito en forma sistemática, a lo largo del país
entero y a escala gigantesca, habría adulterado totalmente los resultados
electorales.
LAS RAZONES DE UN
FRACASO
El
diálogo había naufragado porque los dos dialogantes lo entendían de distintas
maneras.
Para
Allende y la UP, el objetivo era un acuerdo completo y detallado sobre una
reforma constitucional, y además sobre siete u ocho leyes complementarias,
importantes y complejas. Esto suponía estudios previos, comisiones y tiempo. La
DC no rechazaba de plano la idea de Allende respecto al diálogo, pero le ponía
una condición previa: una tregua pacificadora. Esta a su turno, comprendía
ciertos puntos concretos y amargos para la UP: promulgar íntegra la reforma
Hamilton, devolver las industrias ocupadas, desarmar los grupos paramilitares.
Sintetizando, a un gobierno que había “intervenido” tantas empresas. La DC, le
pedía que aceptase ser intervenido, él mismo por los militares. El día 31 de
julio, cualquier posibilidad de dialogo estaba cerrada.
Ahora
(pensaba Allende) sólo quedaban dos salidas disponibles: o el Ministerio
Militar, pero en los términos de la UP y no en los planteados por la DC, o el
enfrentamiento, la guerra civil... 
A
las 0  horas del 25 de julio, los
transportistas afiliados a la Confederación de dueños de camiones, reeditaron,
“corregido y aumentado” su paro de octubre del 72, que tuvo tan sensacionales
consecuencias políticas.
Esta
vez, sería – dijeron los transportistas – una “pelea definitiva”. Para ella, no
quisieron aliarse ni con los gremios que los acompañaron en octubre, ni con los
partidos opositores. En cambio se apoyaron en los demás sectores de los
rodados: microbuseros, taxibuseros y taxistas. Además aprovechando la
experiencia de octubre, se prepararon cuidadosamente: desde antes de la hora
cero, empezaron a ocultar sus camiones.
“El
movimiento declarado por el sector de los camioneros es totalmente distinto al
que se registró en octubre del 72... no tiene ninguna justificación ya que el
gobierno ha cumplido todos los acuerdos”.
Lentamente  el paro comenzó a surtir su efecto de asfixia
sobre la economía. Los primeros síntomas fueron la escasez de combustibles –
agravada por una seguidilla de atentados terroristas contra las bencineras y
los camiones estanques – y de verdura y harina y ortos perecibles. Al mismo
tiempo una ola de violencia se desató contra camiones que rompían el paro,
trenes, vías férreas y microbuses rurales.
EVITANDO LA GUERRA
CIVIL: EL GABINETE DE LOS COMANDANTES
El
mes de agosto del 73, Allende persiguió con ahínco – y obtuvo fugazmente – lo
que él mismo calificó de “última oportunidad”: un nuevo gabinete militar, más
aún, conformado por los Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden.
Fracasado
el diálogo con la DC, era ésta, en el criterio unipopular, la postrera
salida... pacifica. Quedaba también la guerra civil, de ninguna manera descartada.
Allende y sus consejeros, como el catalán Joan Garcés, pensaban que tenían una
chance de ganar la guerra civil, con los carabineros, parte del Ejército, los
grupos paramilitares de la UP y del MIR. Sin embargo, preferían evitar el
conflicto, o retardarlo mientras completaban sus preparativos bélicos; ambas
cosas querían lograrlas a través del “Gabinete de los Comandantes”. Si la
resistencia ultra a las FF.AA. continuaba, Allende en cambio, y sus asesores
menos recalentados cerebralmente, veían acercarse a pasos gigantescos, o el
derrocamiento, o la guerra civil. Impulsaban, pues, el gabinete de los
comandantes  hallaron un aliado desicivo
en el del Ejército, General Prats; éste envuelto por la habilidad dialéctica de
Allende, se había separado de la oposición; ésta ya no le creía ni siquiera
imparcial.
Sin
embrago, ya hacia el 21 de agosto, el descontento interno de la alta
oficialidad del Ejército con su comandante, estalló de manera imprevisible y
espontánea, incluso de las señoras de los Generales; de este modo resolvió
abandonar su cartera ministerial y el Ejército, señalando “Yo no podía quebrar
el Ejército”.
MARCHANDO HACIA EL 11
DE SEPTIEMBRE
 El General Augusto Pinochet, sucedió a Prats;
la institución misma se conservó monolítica y vertical.
Carabineros
no había cambiado de mando. Allende los sentía seguros, porque eran de su
confianza el General Director y las antigüedades siguientes
En
la Armada el lugar estaba menos definido, a uno y otro lado en su jefatura. El
Almirante Montero terminó por presentar su renuncia, pero Allende la rechazó,
pues el sucesor lógico y querido por la Institución era el Almirante José
Toribio Merino, quien no ocultaba sus diferencias con el gobierno marxista.
El
29, un comando extremista de la empresa INDUGAS, intervenida, dio muerte, sin
motivo alguno a balazos al Subteniente Héctor Lacrampette. Se robusteció la
idea de que los ultras estaban dispuestos al enfrentamiento final con los
militares.
De
este modo... los dados estaban echados.
La UP se prepara:
Por
un lado descartado el diálogo y después el Gabinete de los Comandantes, Allende
y sus seguidores creyeron inevitable la guerra civil, e iniciaron sus
preparativos. Suponían que Carabineros se mantendría fiel al Gobierno, lo mismo
que una parte de Ejército, y con ellos, más los grupos paramilitares de la UP,
el “pueblo armado de los cordones industriales”, y el MIR, cabría imponerse
sobre la Armada, la Aviación y el sector 
sublevado del Ejército. El 21 de agosto fue la fecha clave, según el asesor
presidencial Joan Garcés. Entre el 17 y el 20 se temió en La Moneda la
insurrección de la FACH, por causa de la renuncia impuesta a su Comandante,
General Ruiz. Alejado este problema, la inquietud del mandatario y sus
lugartenientes se trasladó al Ejército, con la manifestación de las mujeres de
altos oficiales, frente a la casa de Prats. Fue dicha manifestación, acaecida
el 21 en la tarde, la que convenció a Allende de la inminencia de un golpe.
A
mediados de septiembre tenia lugar para los de la UP, la ejecución del llamado
“plan Z, publicado después del pronunciamiento militar, para la sangrienta
purga de uniformados contrarios al régimen. Si bien el Plan Z, no lleva firma,
ni se ha establecido su autoría, su estructura, redacción y propósitos son coherentes,
y corresponden (así como el lenguaje) a los comunes en la ultraizquierda. El
plan Z  comprueba que los preparativos de
Allende para enfrentar la posible guerra civil, continuaron, a lo menos en
ciertos niveles de la UP y  sectores
afines. Si bien nadie puede afirmar que Allende conociera el Plan Z y menos que
lo aprobara. Más aun, es claro que con los fracasos sufridos en Ejército y
Armada, el Presidente y sus consejeros mas oídos decidieron aplazar la guerra
civil... ganar tiempo. Empezó a jugarse, así, con la idea de un plebiscito.
Este plebiscito, no tenía nada que ver con la reforma Hamilton (o de las tres
áreas) de la Constitución, que Allende pudo pero no quiso convocar, y cuyo
plazo había vencido hace ya bastante tiempo. El plebiscito de ahora, primeros
días de septiembre, sería citado para que el pueblo se pronunciara sobre una
eventual renuncia del propio Allende. Esta consulta no figuraba en ninguna
parte de la Constitución, pero el Presidente quería hacerla de todos modos,
pues su objetivo era, ganar tiempo, o bien- venciendo en el plebiscito- meter
un gol político y propagandístico.
Los Militares se
preparan.
Era
el día D, hora H... el día y hora señaladas para el pronunciamiento militar por
los Supremos Comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas y de Orden (en el caso
de Marina y Carabineros, los titulares nominales, ya destituidos de hecho por
el Almirante Merino y el General Mendoza.
 Entre el viernes y el sábado, aquellos días y
horas decisivos, habían sido fijados de la manera siguiente: el Almirante
Merino los propuso, firmando al efecto un papelito, el cual fue traído Santiago
por el Almirante Huidobro, y suscrito a su vez, por el General Leigh y, en
último termino por el General Pinochet. Carabineros recibieron su aviso el
domingo, con el santo y seña convenido: “la reunión de la Cooperativa Ositos
será el...  a las... horas”.
El
día D, por supuesto era el 11 de septiembre; la hora H, las 6 AM en el puerto y
las 7 AM en la capital. Pero todo esto significaba sólo la culminación de un
largo y complejo proceso que había durado varios meses, y que comprendía:
En
cada Institución- Ejército, FACH, Armada y Carabineros -, aisladamente, la
“toma de conciencia” en cuanto a la necesidad del pronunciamiento militar, y la
elaboración de dos tipos de planes: cómo controlar la Institución misma,
internamente, llegado el día D, y cómo realizar el pronunciamiento, una vez
asegurado el manejo de la Institución.
El
concertamiento de todos los Institutos Armados y de sus planes respectivos.
Esta
primera fase interna de cada entidad castrense, empezó a desarrollarse
comenzando 1973, sobre todo en marzo, una vez comprobado que las elecciones de
ese mes no romperían el impasse político, pues ni gobierno ni oposición habían
salido de ellas con fuerza bastante para imponerse decisivamente sobre el otro
bando. Fue así como el entonces, Vice Comandante en jefe del Ejército, General
Pinochet, se concertó con otros colegas de su más absoluta e irrestricta
confianza, para planear una operación de toma de control del país. Sería un
plan de múltiples usos... desde contrarrestar una intentona revolucionaria, de
izquierda o de derecha, hasta derribar un gobierno inviable, pasando por
impedir un trastorno social.
EL ONCE HORA POR HORA
Preparativos.
0
Hora. Valparaíso, Academia de guerra: Merino toma café con los oficiales que
participarán en el día D. Aun los que nada saben están tensos.
0
hora. Santiago, Escuela de Carabineros: llegan los Generales Mendoza y Yovane.
Es la sola Unidad que no se ha comprometido con el pronunciamiento. Oficialidad
se pliega, entusiasta.
0,25:
Intendente de Aconcagua notifica a René Largo Farías (OIR, La Moneda de
“movimientos sospechosos” en Regimientos “Guardia Vieja y Aconcagua”.
0,28:
Largo Farías alerta a SAG (Allende) en Tomás Moro.
2,30:
Largo Farías inquieto alerta a Alfredo Joignant (Investigaciones), quien no le
da importancia.
Valparaíso.
5,30:
La Armada ha vuelto, sorpresivamente. Barcos desplegados desde San Antonio a
Quintero.
 5,45: Servicio de Inteligencia de la Marina
desencadena operación silencio: Viña y Valparaíso quedan aislados de Chile,
excepto por la radioemisora naval.
6,00:
Valparaíso, Viña, San Antonio, Quintero, Ventanas, Quillota y Limache son
ocupados por fuerzas de la Marina. Pretexto: control de armas. Ocupación
incluye fábricas e industrias.
6,45:
Operación porteña ha finalizado. Santiago es informado por un teléfono que
conecta en forma directa al Ministerio de Defensa con la Armada, en línea
directa.
La capital.
6,20:
Santiago. Por el teléfono de Carabineros, general Urrutia se informa de que la
Marina ha vuelto, y llama a SAG para comunicárselo.
6,30:
SAG en Tomás Moro hace funcionar timbres de alarma general.
6,45:
Jefes de Unidades toman sus mandos.
7,00:
Fase previa de control de centros vitales (agua, luz, etc.) ha terminado.
7,00:
General Palacios se hace cargo del Blindado N°2,  ante reticencia  de la oficialidad, se trepa a un tanque y
encabeza la salida.
7,15
- 7,20: SAG parte de Tomás Moro a la Moneda
7,24:
Operativo FACH clausura radio Nacional, del MIR.
7,30
– 8,40: SAG llega a La Moneda y empieza a organizar su defensa.
7,40:
SAF llama a su esposa a Tomás Moro. “La situación es grave, me quedaré aquí.
Note muevas”.
7,40
– 8,30: SAG transmite tres mensajes de radios que se retransmitirán en distintos
horarios en radios UP, hasta que sean silenciadas.
8,00:
SAG se asoma al balcón de La Moneda.
8,00:
La Intendencia de Santiago es tomada por Carabineros de Fuerzas Especiales.
8,00:
Tomás Moro: Llega el bus de relevo de la Guardia de Carabineros. Baja el
relevo, sube la Guardia nocturna y... sube el relevo. Se va el bus. Ningún
Carabinero en Tomás Moro.
9,25:
SAG habla por primera vez con Carvajal (General) quien lo intima a rendirse.
10,00:
Edecanes solicitan entrevista a solas con Allende, y le hacen ver la nulidad de
su resistencia. Presidente les ordena irse.
10,30:
Edecanes abandonan La Moneda. Ala misma hora todas las radios UP están
silenciadas.
Ataque a La Moneda.
Muerte de Allende.
10,30:
Ultimátum aéreo a La Moneda: o se rinde o se bombardea a las once
10,45:
Segunda conversación SAG – Carvajal. Pide tregua de tres minutos para que
salgan las mujeres. Carvajal le hace ver que es imposible por los
francotiradores. Al mismo tiempo el General Baeza habla por teléfono con SAG y
le reitera las garantías de vida, y de avión para que él y su familia abandonen
el país. SAG se niega.
11,00
– 11,30: Salen de La Moneda distintos grupos.
Bombardeo:
Siete pasadas del os Hawker Hunter: 11,52; 11,53; 12,03; 12,05; 12,07; 12,09;
12,13. Vienen del sur, dan la vuelta por detrás del Cerro San Cristóbal, pican,
perdiendo altura sobre el centro, a la altura de la Estación Mapocho desprenden
sus rockets y hacen 17 impactos perfectos en el Palacio. Violento incendio.
12,50:
Palacios avanza hacia La Moneda, atacado enérgicamente por francotiradores. 17
bajas militares en el trayecto.
13,30:
Atacantes en la  plana baja de La Moneda.
En medio de las llamas, GAP se defienden. Al pasar por el salón independencia,
SAG, entra y procede a quitarse la vida. Ahí lo encuentra el General Palacios,
que identifica a Allende por su reloj.
14,38:
General Nuño, transmite la noticia al Almirante Carvajal y éste, en inglés al
General Pinochet.
Brigada
de homicidios acude a reconocer el cadáver de Allende.
LA RESISTENCIA. LA
JUNTA
Incidentes
importantes, se inician en INDUMET (cordón Vicuña Mackena) a las 12,30; a las
15,30 se trasladan a Sumar-Nylon, donde se unen al PS y escuadras especiales.
De ahí a la población La Legua, con batalla infernal desde las 15 horas. En la
noche sigue la intensa balacera en diversos lugares de Santiago.
16,00:
Acta constitutiva de la Junta Militar de Gobierno. La firman los Generales
Pinochet, Leigh y Mendoza, y el Almirante 
Carvajal en representación del Almirante Merino.
18,00:
Merino llega a Santiago.
19,10:
Primera sesión de la Junta en Pleno.
“Liquidemos
totalmente al Ejército regular”.
Esta
frase y consigna del ruso Lenin resume, con absoluta claridad el propósito que
siempre han tenido los agentes de la delincuencia comunista respecto de las
FF.AA. y de Orden, tanto en Chile, como en el resto del mundo.
Si
Carlos Marx, fue el creador de la doctrina comunista, Lenin fue el principal
impulsor de una red internacional de agentes subversivos que, manejada y
financiada desde Moscú, busca imponer, a cualquier precio el comunismo en todos
los países, sometiéndolos a tiranías como la que afectó al pueblo chileno en
los años 70 al 73.
Chile
gracias a sus soldados, puso fin a un gobierno político dirigido por el Partido
comunista, inspirado por la ex Unión soviética y respaldado por el tirano de
Cuba, Fidel Castro.
La
falta de alimentos, vestuario, artículos domésticos, parafina y cigarrillos,
entre miles de otras cosas, fue el sistema utilizado por los comunistas para
doblegar al pueblo chileno. Y las siniestras JAP (junta de abastecimiento y
precios) en los barrios y los CUP (Comité de Unidad Popular) en los lugares de
trabajo, las organizaciones comunistas para racionar los artículos t tener un
control político de os ciudadanos a través de tarjetas sin las cuales se
carecía de alimentos y trabajo. Eso fue una realidad vivida y sufrida por todos
los chilenos y que no debe volver a repetirse.
Es
por ello que gran parte de la tranquilidad que hoy tenemos, los avances
sociales, el inmenso desarrollo económico, los progresos de todo tipo, es ha
consecuencia de la decisión de los Hombres de Armas y del fruto y sacrificio de
todos los que trabajaron y se la jugaron por un Chile más democrático durante
el Gobierno del General Pinochet.
De
ahí la necesidad de estar alertas, especialmente hoy en día, donde estamos
regidos por un gobierno que comparte gran parte de la ideología que nos llevo a
la más grande catástrofe social, política y económica, vivida por nuestra
Patria, estar alertas ante un enemigo que procura recuperar fuerzas.
Es
por ello que cualquier forma de colaboración con tales nefastas ideologías,
constituye una grave traición a la Patria, a la nacionalidad, a la libertad, a
la familia y a los hijos. El comunismo se presenta ante los ojos de los hombres
con una cara falsa y engañosa, hipócrita e inmoral. Proclama la justicia
social, pero en ningún país bajo su dominio ésta es efectiva. Aboga por la
libertad y son los primeros en liquidarla. Reclama la democracia para los
países  son los primeros en destruirla.
Ofrecen, en resumen, un mundo de felicidad que sólo los incautos ignorantes, o
los de mala fe, están en condiciones de creer.
Cuando
el comunismo estuvo en el poder en nuestro país se comenzó a sufrir en la
práctica lo que impone  la doctrina
marxista- leninista. Lentamente las libertades fueron siendo asfixiadas, se
sembró el odio progresivamente se fue acentuando la lucha entre unos y otros
chilenos, en forma sistemática se fueron creando las condiciones para un
enfrentamiento que, si hubiera ocurrido, habría significado mucho más dolor y
sufrimiento que las desgracias vividas en casi tres años del Gobierno comunista.
“El
día decisivo”. Augusto Pinochet. Edit. Estado Mayor del Ejército. 1985.
Revista
“Ercilla”. Edición 1978.
Revista
“Que Pasa”. Edición Especial 1985.
Diario
“El Mercurio”. Noviembre y diciembre 1972. 
“La
verdad histórica”. Edit. Estado Mayor del Ejército. Biblioteca del Oficial
1986.
“El
marxismo- leninismo”. Manuel Fuentes 
Wendling. Edit. E.C.O.S. 1981.  
 
